No creas que lo sabe todo; ¡puede jugar con tus emociones! Hablar con la IA conlleva peligros ocultos.

La psicóloga experta Meysenaz Koser afirma: «El alma humana se nutre de relaciones vivas: contacto cara a cara, gestos, tono de voz, contacto visual. Las conexiones que se forman con la IA son unilaterales y artificiales. Una persona puede encontrar gratificante pasar tiempo con la IA, lo que la lleva a distanciarse de las relaciones humanas reales. Los vínculos sociales pueden debilitarse, lo que conlleva una disminución de las interacciones con la familia, los amigos o el trabajo».
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