La epilepsia no es el destino, ¡se puede controlar! 3 reglas de oro contra la epilepsia: Diagnóstico, tratamiento, manejo...

La Dra. Hatice Şap, especialista del Departamento de Neurología , explicó que la epilepsia es una enfermedad neurológica caracterizada por convulsiones, resultado de interrupciones temporales de la actividad eléctrica cerebral. Explicó que las convulsiones pueden manifestarse como convulsiones, movimientos involuntarios, pérdida de la consciencia y alteraciones sensoriales. Añadió que la epilepsia puede controlarse en gran medida con un diagnóstico adecuado y un tratamiento regular.
Al enfatizar que la epilepsia no es solo una enfermedad genética, el Dr. Şap afirmó: « La epilepsia no siempre se transmite genéticamente. Sin embargo, puede haber predisposición en algunas familias. Factores ambientales como problemas congénitos, traumatismos, accidentes cerebrovasculares, ciertas infecciones y medicamentos también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad».
El Dr. Şap, enfatizando que la epilepsia puede comenzar en cualquier momento de la vida, continuó: «La epilepsia puede presentarse a cualquier edad; sin embargo, es más común en la infancia y la adolescencia. Las causas observadas en la infancia incluyen lesiones congénitas, hipoxia (exposición insuficiente al oxígeno), enfermedades febriles, traumatismos y ciertos síndromes. En los adultos, la epilepsia puede desencadenarse por enfermedades cerebrovasculares (ictus), esclerosis múltiple (EM), cirugías cerebrales, traumatismos craneoencefálicos, demencia, ciertos medicamentos y consumo de alcohol. Sin embargo, en algunos casos, la causa de la enfermedad puede no determinarse».
"ALEJARSE DE LOS DESENCADENANTES APOYA EL TRATAMIENTO"La Dra. Hatice Şap, especialista, afirmó que es posible que los pacientes con epilepsia lleven una vida sana, productiva y de calidad, y compartió la siguiente información sobre el proceso de tratamiento: «Las opciones de tratamiento incluyen medicamentos antiepilépticos y, en casos de epilepsia refractaria, tratamientos quirúrgicos. No se deben ignorar los factores desencadenantes de la enfermedad. Situaciones como el insomnio, el hambre, el estrés y la luz repentina pueden desencadenar convulsiones. Concientizar a los pacientes sobre estos problemas y adaptar sus vidas en consecuencia es crucial para el éxito del tratamiento».
(İHA) Este contenido fue publicado por Sedef Karatay
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