Por qué las adicciones y las conductas compulsivas se ven agravadas por la sociedad de consumo

Con la proliferación de epidemias, la ecoansiedad y los conflictos geopolíticos, las adicciones están alcanzando una escala sin precedentes. El consumo de sustancias ilícitas como la cocaína y el éxtasis/MDMA se ha duplicado en Francia en los últimos diez años. En el Reino Unido, las muertes causadas directamente por el alcohol han aumentado un 30 % desde la pandemia de COVID-19.
« La precariedad que genera cada crisis económica aumenta automáticamente el consumo de drogas y otras sustancias psicoactivas. Porque, contrariamente a la creencia popular, la adicción no se debe a una falta de voluntad ni a un abandono de la persona afectada», explica el especialista en adicciones Jean-Victor Blanc, también cofundador del festival Pop & Psy.
Autor de Pop & Psy: Adictos. Cuidándose e identificando comportamientos tóxicos con la cultura pop (Puntos, 320 páginas, 9,30 euros), publicado el 3 de octubre, el doctor nos invita a « reemplazar la adicción en una dinámica social y sistémica, en este caso capitalista, según el análisis del historiador de drogas David T. Courtwright».
En su ensayo «La era de la adicción: cómo los malos hábitos se convirtieron en un gran negocio» (Harvard University Press, 2019), este académico estadounidense recuerda cómo, gracias a la industrialización y la globalización, el consumo ancestral de plantas con efectos psicoactivos se ha transformado en una «adicción masiva» a sustancias baratas y de fácil acceso. Según él, hemos entrado en la era de lo que él llama «capitalismo límbico», la economía de mercado basada en la monetización de la activación frenética de nuestro sistema de recompensa (dopamina), alojado en el sistema límbico de nuestro cerebro.
Pistas efectivasBajo la influencia del narcotráfico, que recibe pedidos a través de redes sociales y entrega en vehículos privados, el consumo de cocaína se dispara, al igual que el chemsex (sexo bajo los efectos de las drogas). Si bien el consumo de alcohol, tabaco y cannabis está disminuyendo entre los jóvenes franceses, su uso de redes sociales y videojuegos está aumentando. « Aunque, por el momento, las clasificaciones internacionales no describen este uso de pantallas como una adicción, es compulsivo y se asocia con depresión, ansiedad e infelicidad entre los jóvenes», señala Jean-Victor Blanc.
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