Hacer ejercicio con tu bebé: 4 ideas sencillas que marcan la diferencia

El cochecito te da la oportunidad de disfrutar de una sesión de caminata activa. O incluso de correr si te sientes con ganas. Esto te ayudará a recuperar o cultivar tu resistencia, reducir tu frecuencia cardíaca y presión arterial, a la vez que eliminas la tensión y reduces los niveles de estrés. Sentadillas con el bebé en brazos: sujetado firmemente por las axilas para garantizar la máxima seguridad, puedes doblar y estirar las piernas, haciendo que tu pequeño suba y baje verticalmente. Un dos en uno que trabaja la respiración y el sistema cardiovascular, moldeando gradualmente los glúteos y los músculos. Este pequeño ejercicio también suele hacer sonreír o incluso reír a los bebés. Yoga para bebés, ofrecido por algunos clubes y otras asociaciones. La actividad, a menudo yoga suave, consiste en realizar movimientos lentos y algunas posturas, respirando con tu pequeño, que suele ser lo suficientemente flexible como para imitar tus movimientos. Además de la complicidad de pasar este tiempo con tu hijo, estimulas sus músculos profundos, la columna vertebral, las extremidades inferiores y superiores, así como su sentido del equilibrio. A nivel mental, el yoga te ayuda a concentrarte en el presente y genera una sensación de relajación y desprendimiento. Quizás ya tengas algunos puntos de referencia en esta práctica si tomaste clases de yoga durante tu embarazo o con tu pareja si eres hombre. Salir a la piscina con el bebé: ¡al jugar con él en el agua, te ejercitas y respiras aire fresco! Y ¿por qué no darte unos largos si tu pareja, un amigo o alguien de tu familia pueden cuidar a tu bebé en la piscina pequeña? Practicada con regularidad, la natación mejora tus funciones respiratorias y cardiovasculares, además de reducir la tensión articular y muscular. Esta práctica también estimula la memoria y promueve la relajación al nadar varios largos y desconectar la mente durante el agua.
SudOuest