Un rinoceronte en mi jardín

"No puedo hablar con usted ahora mismo, estoy en el hospital", explica la persona al otro lado de la línea. "Ha habido un ataque de rinoceronte". Varias veces al año, Ram Kumar Aryal, uno de los fundadores del renombrado programa de conservación de rinocerontes de Nepal, se encuentra en uno de los hospitales que bordean el Parque Nacional de Chitwan tras ser atacado por este mamífero. En esta ocasión, tres mujeres resultaron heridas por una hembra ese mismo día a las afueras de la aldea de Laukhani, en la zona de contención del parque.

El resultado: piernas y costillas rotas, y mordeduras en caderas y rodillas. «Los rinocerontes son vegetarianos, pero atacan con sus incisivos», dice Ram Kumar Aryal. Estos incisivos pueden medir hasta 7,5 centímetros de largo.

Este tipo de incidente no es infrecuente. En los últimos seis meses, los rinocerontes han matado a ocho personas en la zona de amortiguamiento del Parque Nacional de Chitwan, un área de 750 kilómetros ^cuadrados que rodea el parque y alberga 45.000 viviendas. Los gigantes son vistos con frecuencia vagando por las calles, pasando junto a restaurantes, bares y aparcamientos de motocicletas, durmiendo la siesta en los jardines de los hoteles y pastando en los patios traseros, bajo la mirada entre curiosa y preocupada de...