Estos medicamentos tan populares pueden provocar reacciones adversas tras tomar el sol
El sol es nuestro aliado para obtener vitamina D, especialmente en verano, cuando disfrutamos de más horas de luz, pero también hay que protegerse para prevenir los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta. Además de una correcta fotoprotección para la piel y los ojos, también hay que tener precaución si se toman medicamentos fotosensibilizantes, que son aquellos que, combinados con las radiaciones solares, pueden provocar reacciones adversas en el organismo.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos de España (CGCF) advierte de que existen aproximadamente 200 fármacos fotosensibilizantes según BOT PLUS, la base de datos del medicamento del CGCF, contenidos en alrededor de 4.000 presentaciones de medicamentos comercializados en España.
Entre los más frecuentemente usados por la población se encuentran:
-Antibióticos: fluoroquinolonas, como ciprofloxacino o levofloxacino; macrólidos, como azitromicina; tetraciclinas, como doxiciclina.
-Antidepresivos: duloxetina, fluoxetina, sertralina o amitriptilina.
-Antiinflamatorios no esteroideos: el ibuprofeno o diclofenaco, entre ellos, incluyendo también las formas de aplicación tópica, como cremas o geles.
-Antihistamínicos: ebastina, loratadina o cetirizina, incluyendo los que se administran por vía tópica, como la difenhidramina, usada para picaduras de mosquitos.
-Antihipertensivos: inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (enalapril, captopril, lisinopril o ramipril); antagonistas de los receptores de angiotensina II (candesartán, losartán o valsartán).
-Antipsicóticos: olanzapina, aripiprazol.
-Retinoides: isotretinoína o ácido retinoico.
-Hipolipemiantes: las estatinas (atorvastatina, lovastatina, pravastatina o simvastatina).
-Diuréticos: furosemida, hidroclorotiazida.
A esta lista de fármacos hay que añadir otros productos que pueden producir reacciones adversas, como algunos productos cosméticos que contienen colorantes, perfumes, esencias de limón o lavanda, o compuestos como retinol o ácido glicólico. En esos casos, se aconseja su uso por la noche y aplicarse una alta protección solar por el día.
Los medicamentos fotosensibilizantes pueden ocasionar dos tipos de reacciones, aclaran desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos: las fototóxicas y las fotoalérgicas. Las primeras son las más frecuentes, se producen en personas que usan altas dosis de un fármaco fotosensibilizante y aparecen inmediatamente tras la exposición solar. Son lesiones que sugieren una quemadura solar exagerada, con sensación de ardor y formación de ampollas o urticaria. Su alcance varía según la persona, las diferencias en la absorción y metabolismo, el tipo de piel y su grosor, entre otros factores.
En cambio, las fotoalérgicas, que son más raras, surgen tras la aplicación de medicamentos tópicos (pomadas, geles, etc.). Su origen es una reacción fotoquímica tras la exposición a la radiación solar. Aparecen en personas con predisposición -incluso con dosis bajas del medicamento- por activación del sistema inmunitario. Se manifiestan tras varias horas de la exposición al sol (12-72 h) en forma de dermatitis de contacto, con erupción tipo eccema, hinchazón y picor, pudiendo extenderse más allá de la zona de piel expuesta al sol.
Desde la farmacia se recomienda a los pacientes que no dejen de tomar su medicación por cuenta propia por el miedo de sufrir una reacción fototóxica y fotosensible sin consultar antes con su médico o farmacéutico. Y es que no continuar con los tratamientos puede ocasionar recaídas y un mal control de la enfermedad para la que ha sido prescrita.
Además, se pueden seguir una serie de recomendaciones básicas en caso de estar usando algún medicamento fotosensibilizante, entre las que se encuentran:
-Utilizar siempre protector solar en cantidad suficiente y con factor de protección solar elevado. Renovar su aplicación cada 2 horas y después de cada baño.
-Recordar que también hay que protegerse del sol en invierno, no solo en verano. Los pacientes con fototipos bajos (pieles blancas y con tendencia a quemarse) deben extremar las precauciones para una buena fotoprotección.
-Evitar exponerse al sol en las horas centrales del día (especialmente entre las 12:00 y las 16:00 horas) o en los días con índice ultravioleta más alto. Y, en caso de exposición, protegerse adecuadamente con ropa, gafas, sombrero, etc. Proteger, sobre todo, zonas sensibles de la piel, como cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines.
-Consultar con el médico o farmacéutico de confianza si los medicamentos que estás utilizando contienen agentes fotosensibilizantes capaces de inducir alergias o reacciones de fototoxicidad si se toma el sol mientras se usan.
-Estar alerta ante el mínimo síntoma de quemadura solar desproporcionada, en cuyo caso puede ser necesario consultar al médico.
abc