La temporada de Libra podría sentirse un poco diferente este año


Cada 22 de septiembre, la temporada de Libra comienza con el equinoccio , ese fugaz momento en el que el día y la noche son iguales. En teoría, es el equilibrio hecho visible: la armonía escrita en el cielo. Pero en la práctica, la temporada de Libra de este año no llega en una nube perfumada de paz y amor. Irrumpe en escena el mismo día en que Marte (el planeta de la guerra) finalmente termina su agotadora gira de siete semanas por Libra . Si últimamente has sentido que cada intento de diplomacia se ha convertido en un tira y afloja, no te lo estás imaginando. Eso ha sido Marte agitándose en las cámaras de justicia y asociación de Libra, dejándonos a muchos de nosotros un poco magullados por las batallas libradas en nombre del compromiso.
Pero un cambio está en marcha. Justo cuando el Sol entra en Libra, Marte se instala en Escorpio . Aquí, el planeta rojo cambia la torpeza del combate por la precisión quirúrgica, dirigiendo su energía hacia juegos de poder, verdades más profundas y la justicia que no se logra con un debate educado. Juntos, preparan el terreno para una temporada que no nos dejará caer en los ideales de la armonía. En cambio, se preguntan: ¿Cómo se ve realmente la justicia cuando el mundo está tan dividido?

La temporada de Libra no ofrece respuestas fáciles para un camino pacífico hacia adelante, pero sí nos recuerda que el equilibrio y la justicia no son decorativos: son disciplinas, prácticas que podemos cultivar en la vida diaria. Entonces, ¿cómo canalizamos la energía de Libra cuando la balanza se siente tan inclinada?
Primero, aprendiendo las reglas que nos rigen. El dominio de Libra sobre la ley hace que este sea el momento perfecto para aprender sobre el funcionamiento real de los sistemas de justicia. Ya sea entendiendo lo que la Corte Suprema puede y no puede hacer, o profundizando en la política local, donde las decisiones moldean la vida cotidiana, el conocimiento es empoderamiento. La energía de Libra insiste en que la justicia no es posible si no conocemos el terreno de juego.
En segundo lugar, protege tu paz. La justicia no se trata solo de tribunales y constituciones, sino también de equilibrio interior. Libra rige las relaciones, es decir, el tejido relacional de nuestras vidas. En un momento de tensión y división, la paz es algo que creamos activamente: poniendo límites a las conversaciones tóxicas, negándonos a esperar a que pase la medianoche, buscando momentos de tranquilidad para la reflexión. Considéralo como tu propio equinoccio personal, restaurando el equilibrio para que puedas interactuar con el mundo con claridad en lugar de reaccionar.
En tercer lugar, crea belleza con un mensaje. Libra está regido por Venus, y esta es una temporada donde el arte, la música y la moda cobran importancia. La historia nos muestra que la producción cultural a menudo precede al cambio político. Una canción se convierte en himno , una pintura provoca una protesta, una tendencia de TikTok redefine la conversación. Este es el momento de preguntarse: ¿Qué estoy creando que refleje no solo quién soy, sino también lo que defiendo?
Finalmente, identifica algunos aspectos de tu vida que se consideren neutrales. Libra es el signo del diplomático, aquel que puede entrar en una situación conflictiva y encontrar un punto en común. Esto no significa ignorar las diferencias ni tolerar la injusticia. Significa ser consciente de dónde aún es posible el diálogo y a quién en tu círculo merece la pena ofrecer una rama de olivo. En tiempos de polarización, incluso los pequeños gestos para tender puentes pueden ser radicales.
Así que no, la temporada de Libra no eliminará mágicamente los problemas de un mundo dividido. Pero sí nos ofrece herramientas: un recordatorio de que el equilibrio es algo que creamos, no algo que esperamos. Con Marte copilotando en Escorpio durante las cuatro semanas de la temporada de Libra, somos menos capaces de pasar por alto las duras verdades. Pero con el Sol en este objetivo signo de aire , se nos recuerda que debemos abordar esas verdades con equidad.
Si asumimos ese reto —educarnos, proteger nuestra paz, crear con propósito y atrevernos a encontrar puntos en común— quizá descubramos que la armonía no consiste en eliminar el conflicto. Se trata de insistir en la justicia, incluso cuando parezca inalcanzable.
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