La administración Trump permitirá la exploración de bosques vírgenes

La administración del presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado que derogará una protección ambiental vigente desde hace 25 años para abrir vastas áreas de bosques vírgenes a la tala.

Se trata de 23 millones de hectáreas, equivalentes a más de tres veces el territorio de Panamá.

La medida fue anunciada el lunes (23) después de que la Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, asistiera a un evento en Santa Fe, Nuevo México.

Los grupos ambientalistas han prometido llevar el caso a los tribunales.

Según Rollins, la administración derogará lo que se conoce como la “Regla sin carreteras” de 2001, que preserva un tercio de los bosques de Estados Unidos.

La norma introducida por el ex presidente demócrata Bill Clinton prohibió la tala, la construcción de carreteras, la minería y la perforación en vastas áreas.

En su momento, se consideró un gran avance en la protección de las áreas silvestres del país. Pero Rollins lo considera obsoleto.

“Una vez más, el presidente Trump ha eliminado obstáculos irrazonables para la gestión racional de nuestros recursos naturales al rescindir la excesivamente restrictiva Regla de Carreteras Sin Carreteras”, dijo Rollins en un comunicado.

Desde que Trump, un firme defensor de los combustibles fósiles y escéptico del cambio climático, regresó al poder a fines de enero, los funcionarios federales han estado desmantelando la política climática de Estados Unidos.

En marzo, la Agencia de Protección Ambiental dijo que derogaría docenas de medidas promulgadas durante el mandato del expresidente demócrata Joe Biden, incluidas aquellas que reducen las emisiones de los vehículos y reducen drásticamente la cantidad de dióxido de carbono que pueden emitir las centrales eléctricas de carbón.

Para Josh Hicks, director de campañas de conservación en The Wilderness Society, derogar la norma “es un ataque al aire y al agua que respiramos y bebemos, a las abundantes oportunidades recreativas que millones de personas disfrutan cada año, a los refugios de vida silvestre y a las importantes zonas de amortiguamiento” de los incendios forestales.

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