Tesla retiene a Elon Musk con paquete accionario de 30 mil millones

Un nuevo capítulo en la novela del CEO más polémico del mundo tecnológicoLa historia de Elon Musk y Tesla ha estado marcada por rupturas, innovaciones y amenazas. Esta semana, se escribió una página más: tras amagos de renuncia, la junta directiva le aprobó un megapaquete accionario valuado en 30 mil millones de dólares para garantizar su permanencia como CEO.
Todo comenzó tras meses de incertidumbre. La anulación de un paquete anterior de 56 mil millones por parte de un tribunal en Delaware dejó a Musk en pie de guerra. El CEO, que hoy posee un 13 % de Tesla, dejó claro que si no aumentaba su participación accionaria, consideraría dejar la compañía. La presión surtió efecto.
Robyn Denholm y Kathleen Wilson-Thompson, únicas integrantes del comité especial, explicaron que retener a Musk es crucial para el rumbo de Tesla. Y no es solo por su imagen: la compañía enfrenta un panorama complicado, con ventas en baja, competencia creciente y un contexto político adverso con la reelección de Donald Trump, poco afín a los vehículos eléctricos.
El mensaje a los accionistas fue claro: esto es solo “el primer paso” para garantizar que Elon Musk siga al timón. Las acciones subieron 2 % tras el anuncio, alcanzando los 309 dólares. Wall Street aprobó el movimiento, al menos por ahora.
Aquí entra el juego legal. Si la Corte Suprema de Delaware revierte la decisión anterior y restituye el paquete de 2018, Musk podría superar el 20 % de participación accionaria. Eso implicaría renunciar a la nueva adjudicación, ya que no puede tener ambos paquetes. Un movimiento calculado, en cualquier caso.
Este pulso legal refleja no solo las tensiones internas en Tesla, sino también el equilibrio inestable que representa Musk: su genio es incuestionable, pero su imprevisibilidad es un riesgo que los accionistas están aprendiendo a gestionar.
Más allá de los números, hay una visión en juego. Tesla quiere posicionarse como líder en inteligencia artificial aplicada a la movilidad, y los robotaxis autónomos son el centro de esa estrategia. Para ejecutarla, Musk sigue siendo la figura clave.
Según Daniel Ives, analista de Wedbush, este paquete podría asegurar su permanencia hasta 2030. “Musk sigue siendo el mayor activo de Tesla”, sentenció. La empresa espera que su presencia atraiga talento, inversiones y credibilidad tecnológica.
Tesla ha decidido que sí. Al menos por ahora. En un contexto volátil, donde la política, la tecnología y el mercado chocan a diario, apostar por Elon Musk es una jugada arriesgada, pero necesaria. Porque si bien sus decisiones a veces generan caos, su visión podría ser la única capaz de llevar a Tesla hacia el futuro que promete: uno dominado por la movilidad autónoma, la inteligencia artificial y, claro, por su propio legado.
La Verdad Yucatán