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Verano, para prevenir los cálculos renales beber al menos tres litros de agua al día

Verano, para prevenir los cálculos renales beber al menos tres litros de agua al día

Puntualmente, con el buen tiempo, regresan las recomendaciones para protegerse del calor, cada vez más excesivas en los últimos años. Beber, y beber mucho, es válido para todos: la regla general es consumir al menos dos litros de agua al día. Sin embargo, para algunas personas, esto no es suficiente: por ejemplo, quienes padecen cálculos renales y quienes desean prevenirlos deben beber al menos tres litros de agua al día. La Sociedad Italiana de Nefrología renueva la recomendación, junto con una serie de indicaciones útiles para proteger la salud renal en la temporada de mayor riesgo.

Deshidratación y cálculos renales

“La deshidratación (falta de agua en nuestro cuerpo) es uno de los principales factores de riesgo para la formación de cálculos renales, especialmente en verano, cuando aumenta la sudoración y la orina se concentra”, explicó Luca De Nicola , presidente de la Sociedad Italiana de Nefrología (Sin) y profesor titular de la Universidad Vanvitelli de Nápoles.

De hecho, el aumento de la concentración urinaria favorece la precipitación de sales, como el calcio y los oxalatos, y, por consiguiente, la formación de cálculos. Por otro lado, cuanto más se bebe, más se favorece la dilución de la orina y se contrarresta este fenómeno. «No es necesario eliminar el calcio de la dieta; al contrario: es esencial para los huesos. El verdadero problema es la deshidratación, no la leche ni los productos lácteos», añade el experto.

Indicaciones contra la calculosis

Las recomendaciones dietéticas contra los cálculos renales —un problema que se estima afecta hasta al 10% de la población— sugieren consumir frutas y verduras, infusiones, posiblemente recurrir al citrato de potasio y reducir el consumo de carnes rojas, espinacas, salvado y frutos secos. «Los cálculos renales suelen manifestarse con cólicos repentinos y violentos de intensidad similar al dolor de parto. Un dolor punzante, localizado en la zona lumbar, que puede irradiarse hacia la ingle. El paciente afectado suele estar agitado y busca alivio, a diferencia de quienes padecen lumbociática, que tienden a permanecer inmóviles».

Para ayudar a expulsar los cálculos pequeños, puede resultar de ayuda aplicar un paño tibio o un baño tibio, de modo de inducir la relajación de los músculos lisos y del uréter (el conducto que conecta el riñón con la vejiga), explican los expertos.

No sólo cálculos renales: el riesgo de insuficiencia renal aguda

El verano no solo aumenta el riesgo de cálculos renales, sino también el de insuficiencia renal aguda, especialmente en personas mayores, que tienen una capacidad reducida para retener sal. Por lo tanto, es necesario aumentar la ingesta de sal durante este período si la presión arterial es normal (130/80 mmHg) y no hay edema generalizado por insuficiencia cardíaca o cirrosis hepática descompensada —explica De Nicola—. Los riñones son los órganos más inteligentes de nuestro cuerpo: trabajan silenciosamente para mantener el equilibrio de agua, sales, presión arterial y vitaminas. Pero sin una hidratación adecuada y una ingesta suficiente de sal, no pueden realizar su función. Por último, los expertos advierten del riesgo de una bajada de la presión arterial y del suministro de sangre a órganos vitales, así como de posibles complicaciones, desde cansancio hasta infarto y accidente cerebrovascular, con el calor.

La Repubblica

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