OpenAI está a punto de convertir a sus empleados en millonarios

Es una cifra tan grande que casi pierde sentido: 500 mil millones de dólares. Esa es la asombrosa valoración que OpenAI, la empresa creadora del revolucionario ChatGPT, podría alcanzar pronto. La empresa está negociando con inversores un acuerdo que permitiría a sus empleados, tanto actuales como anteriores, vender sus acciones privadas, según informó a Gizmodo una fuente conocedora del asunto.
Este tipo de acuerdo, conocido en la jerga financiera como venta secundaria u oferta pública de adquisición, duplicaría con creces la reciente valoración de OpenAI de 260 000 millones de dólares, catapultando a la empresa de Sam Altman al mismo nivel que gigantes tecnológicos tradicionales como Costco. La noticia, publicada primero por The Information y Bloomberg, confirma que el auge de la IA no cesa. Pero, lo que es más importante, revela el arma secreta de OpenAI en la brutal guerra por el talento que define a Silicon Valley.
Para los empleados de la empresa, significa que se avecina un gran día de pago. Para sus competidores, es una clara señal de que OpenAI está dispuesta a pagar cualquier precio para mantener a sus genios en la empresa.
OpenAI no respondió a una solicitud de comentarios.
La verdadera razón del precio de medio billón de dólaresPara entender por qué una empresa privada vale de repente medio billón de dólares, hay que mirar más allá de su tecnología y centrarse en su gente. El mundo de la investigación de élite en IA es notablemente pequeño, y empresas como OpenAI, Google y Meta están enfrascadas en una feroz batalla para reclutar y retener a los pocos cientos de mentes capaces de construir la próxima generación de IA.
Recientemente, esta guerra de talentos se ha intensificado, con Meta captando agresivamente a los mejores investigadores de IA de OpenAI, ofreciendo, según informes, salarios millonarios. ¿Cómo puede OpenAI competir con salarios multimillonarios garantizados? Convirtiendo las opciones sobre acciones de sus empleados en riqueza real que les cambie la vida.
Según la fuente, OpenAI y posibles inversores, incluyendo Thrive Capital (fundada por Josh Kushner, hermano de Jared Kushner), están negociando un acuerdo que permitiría a empleados y exalumnos vender sus acciones. Según ventas anteriores, muchos empleados de OpenAI podrían obtener entre 2 y 10 millones de dólares cada uno, dependiendo de su capital.
Este es el poder de las "esposas de oro". Un ingeniero podría verse tentado por el enorme salario de un rival, pero es mucho más difícil marcharse cuando su empresa actual le permite retirar millones mientras el valor de sus acciones sigue subiendo vertiginosamente. El acuerdo transforma la "riqueza en papel" en una fortuna tangible, creando un poderoso incentivo para quedarse y ver cuánto puede subir la valoración.
Un fondo de guerra para el futuroEsta maniobra financiera se produce en un momento de gran auge para OpenAI. Los ingresos anualizados de la compañía casi se han duplicado, alcanzando los 12 000 millones de dólares, en tan solo unos meses, gracias a la adopción masiva de ChatGPT y sus productos empresariales. OpenAI también consiguió recientemente 8300 millones de dólares en nuevos compromisos de inversión como parte de una ronda de financiación mayor de 40 000 millones de dólares.
Esta masiva entrada de capital es un fondo de reserva. Los inversores apuestan a que OpenAI está preparada para proyectos aún mayores, con el esperado lanzamiento de GPT-5 previsto para las próximas semanas. Un nuevo y potente modelo podría darle una ventaja decisiva sobre sus principales rivales, como Gemini de Google y Claude de Anthropic.
Esta fortaleza financiera permitirá a OpenAI acelerar su investigación, adquirir tecnologías complementarias e invertir en la costosísima capacidad computacional necesaria para entrenar modelos más avanzados. En un momento en que todos los actores principales compiten por desarrollar Inteligencia Artificial General (IAG) —sistemas de IA más inteligentes que los humanos—, OpenAI ahora cuenta con los recursos para liderar el grupo.
Pero una valoración tan alta también aumenta las apuestas. OpenAI se verá sometida a una enorme presión para aprovechar el potencial transformador que implica su valoración, a la vez que aborda los complejos desafíos éticos y sociales que conlleva la creación de tecnología revolucionaria.
Nuestra opiniónEsta cifra de 500 mil millones de dólares confirma que OpenAI es la cara visible de la revolución de la IA. Pero también plantea una pregunta fundamental. La empresa se fundó como una organización sin fines de lucro dedicada a garantizar que la IA beneficie a toda la humanidad. Ahora, opera como un cohete hipercapitalista, impulsado por capital de riesgo y generando una inmensa riqueza para unos pocos.
¿El futuro de la IA pertenece a los inversores que buscan rentabilidad y a los ingenieros que se lucran, o aún hay espacio para la misión original de crear algo para todos? Con la valoración de OpenAI disparada, esta pregunta se vuelve más urgente que nunca.
gizmodo