Vuelve el resfriado común: ¿cuáles son los mejores tratamientos para combatir el virus?

Ha vuelto. Como cada año, la nasofaringitis , comúnmente llamada resfriado común , vuelve a ser noticia con la llegada de los primeros resfriados. Un adulto contrae un promedio de más de 150 de estas infecciones a lo largo de su vida. Para tratarla, los médicos siempre recetan lo mismo: "paracetamol y reposo". Sin embargo, durante milenios, hemos buscado una solución mejor.
En el antiguo Egipto, los resfriados se trataban con leche materna. En el siglo XVIII, el método era más radical: la sangría o extracción de sangre. Se dice incluso que el presidente estadounidense Calvin Coolidge (1923-1929) probó el gas cloro, a pesar de su alta toxicidad. Por lo tanto, la búsqueda del remedio perfecto para una cura rápida no es nueva.
Hoy en día, contamos principalmente con paracetamol para combatir los efectos del virus. La mayoría de los demás medicamentos no tratan directamente el virus, sino solo sus síntomas. La pseudoefedrina puede causar efectos secundarios cardiovasculares, los supresores de la tos actúan bloqueando ciertos receptores en el cerebro, y el zinc, por su parte, aún carece de estudios concluyentes. Solo las pastillas para la garganta, que son útiles para las molestias, y la irrigación nasal —irritante si se usa con demasiada frecuencia— pueden proporcionar cierto alivio.
En última instancia, el resfriado común es una batalla contra nosotros mismos: son nuestros propios glóbulos blancos, luchando contra el virus, los que causan los síntomas.
Esta difícil lucha contra el resfriado común se explica por la gran diversidad de virus involucrados. En realidad, la patología incluye 169 virus diferentes, divididos en ocho familias. El rinovirus es responsable solo del 30 al 50 % de los casos.
En el año 2000, la empresa estadounidense ViroPharma probó una molécula prometedora: el pleconaril. Al tomarlo dentro de las 24 horas siguientes al inicio de los síntomas, la duración del resfriado se redujo de 7 a 6 días. No está mal, pero no es nada revolucionario... Sobre todo porque algunos virus mutan rápidamente, lo que hace que el tratamiento sea ineficaz.
En 1957, el investigador William Price se interesó en el estudio de la vacunación . En aquel momento, de una muestra de 100 niños, solo 3 vacunados enfermaron, en comparación con 23 en el grupo placebo. Sin embargo, la protección duró solo unos meses, sin generar inmunidad duradera. En otras palabras: para combatir el resfriado común, habría que desarrollar 169 vacunas diferentes.
Por lo tanto, es comprensible que ningún laboratorio se haya atrevido a investigar esto seriamente. Sobre todo porque, sin tratamiento, un resfriado suele curarse en siete días.
RMC