Salud mental, deterioro cognitivo… Las pantallas podrían costar a Francia hasta 2,3 puntos de PIB en 2060

El término se refiere al modelo de las redes sociales y ciertas plataformas digitales , diseñado para maximizar el tiempo que sus usuarios pasan en línea y, por consiguiente, los beneficios de la publicidad y la recopilación de datos. «La sobreexposición a las pantallas y el uso de las redes sociales pueden estar asociados a un deterioro de la calidad del sueño y a una mayor prevalencia de trastornos psicológicos» (depresión, ansiedad, estrés crónico), con impactos económicos ya observables, recuerda el estudio.
Provienen de un efecto directo vinculado a la solicitación digital —la generación de hormonas del estrés— y a las funcionalidades de ciertas herramientas, como las comparaciones sociales en redes sociales, resume el estudio de Solal Chardon-Boucaud. Según el INSEE, el 57 % de los menores de 20 años afirma experimentar al menos uno de los efectos nocivos de las pantallas (reducción del tiempo de sueño, etc.). Este impacto en la salud mental, sumado a la pérdida de tiempo productivo asociada a los usos digitales (interrupciones frecuentes, ejecución lenta, etc.), ya cuesta 0,6 puntos del PIB en la actualidad, estima el economista.
Esto podría aumentar a 2,3 puntos de PIB al año al reducir la productividad francesa para 2060: los niños actualmente sobreexpuestos a las pantallas —el 30 % de los jóvenes de 12 a 17 años que pasan más de 35 horas semanales frente a una pantalla, según Crédoc— se incorporarán al mercado laboral. Numerosos estudios ya demuestran que «la alta exposición a las pantallas desde una edad muy temprana, y en particular el uso de redes sociales y teléfonos inteligentes, tiene un impacto especialmente fuerte en la capacidad de atención, la memorización y las habilidades lingüísticas», señala el experto.
SudOuest