Las orcas se rascan la espalda con algas como guante de pelusa

"Nunca encontrarás lo que no buscas". La ciencia se esfuerza cada día por confirmar y contradecir esta cita de Confucio. Para ello, incluso ha inventado una palabra: serendipia, la capacidad de comprender la importancia de un descubrimiento fortuito. La palabra ha florecido, hasta el punto de convertirse en un cliché. Sin embargo, el estudio publicado por un equipo angloamericano el 26 de junio en la revista Current Biology es un modelo a seguir. También demuestra el valor de las observaciones sistemáticas a largo plazo de poblaciones animales.
El Centro de Investigación de Ballenas en Friday Harbor, Washington, lleva casi 50 años monitoreando una población de orcas llamadas "Residentes del Sur". Estos gigantes marinos, que habitan el Mar de Salish entre aguas estadounidenses y canadienses, son posiblemente los mamíferos marinos mejor estudiados del mundo. "Podemos identificar a cada individuo, su linaje materno, sus hábitos... y, sin embargo, seguimos descubriendo cosas", afirma Rachel John, estudiante de maestría en la Universidad de Exeter (Gran Bretaña), coautora del artículo y quien cursa una maestría sobre estos 80 cetáceos.
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Le Monde