¿Por qué algunas personas envejecen más rápido que otras?
El envejecimiento es el mayor factor de riesgo de enfermedades cardiacas, pero no está del todo claro por qué algunas personas van más rápido que otras en su deterioro. Ahora, un estudio nuevo ha descubierto que el exceso de grasa visceral (la grasa oculta que rodea los órganos), que ya se sabe que es perjudicial para la salud, está relacionado con un envejecimiento más rápido del corazón y los vasos sanguíneos.
El estudio, dirigido por científicos del Laboratorio de Ciencias Médicas del Consejo de Investigación Médica (MRC) en Londres, Reino Unido, también encontró diferencias entre hombres y mujeres, y descubrió que la grasa alrededor de las caderas y los muslos podría potencialmente retardar el envejecimiento del corazón en ellas.
En el trabajo, publicado en la revista 'European Heart Journal', los científicos analizaron datos de 21.241 participantes en el Biobanco del Reino Unido, con imágenes de todo el cuerpo, incluidas algunas detalladas del corazón y los vasos sanguíneos, para mapear la cantidad de grasa y dónde se encuentra en el organismo.
Para analizar estas imágenes y capturar signos de envejecimiento orgánico, como la rigidez e inflamación de los tejidos, se utilizó inteligencia artificial. A cada individuo se le asignó una 'edad cardíaca', que puede compararse con su edad real en el momento de la exploración.
Los investigadores descubrieron que un envejecimiento cardíaco más rápido estaba relacionado con una mayor cantidad de tejido adiposo visceral, que es la grasa que se encuentra en la profundidad del abdomen, alrededor de órganos como el estómago, los intestinos y el hígado. Este tipo de lípido no es visible desde el exterior, y algunas personas pueden tener grandes cantidades a pesar de contar con un peso saludable.
Los investigadores encontraron señales en los análisis de sangre que indican que la grasa visceral está relacionada con una mayor inflamación en el cuerpo, lo que es una causa potencial del envejecimiento prematuro.
También encontraron diferencias entre sexos. La distribución de grasa típica de los hombres (grasa abdominal, en forma de manzana) fue particularmente predictiva del envejecimiento prematuro. Por el contrario, una predisposición genética a la grasa de tipo femenino (grasa en las caderas y los muslos, en forma de pera) fue protectora contra el deterioro cardíaco en las mujeres.
Los investigadores también hallaron un vínculo entre niveles más elevados de estrógeno en mujeres premenopáusicas y una desaceleración del envejecimiento cardíaco, lo que, según sugieren, podría indicar un papel protector de las hormonas.
«Conocíamos la diferencia entre la forma de manzana y de pera en la grasa corporal, pero no estaba claro cómo conduce a problemas de salud. Nuestra investigación demuestra que la grasa 'mala', oculta en las profundidades de los órganos, acelera el envejecimiento del corazón. Sin embargo, algunos tipos de grasa podrían proteger contra el envejecimiento, en concreto la grasa alrededor de las caderas y los muslos en las mujeres», afirma el profesor Declan O'Regan , que dirigió la investigación en el Laboratorio de Ciencias Médicas del MRC y el Imperial College de Londres, y es profesor de IA Cardiovascular de la Fundación Británica del Corazón.
«También demostramos que el IMC no era una buena forma de predecir la edad del corazón, lo que subraya la importancia de saber dónde se almacena la grasa en el cuerpo y no solo el peso corporal total«, añade.
El objetivo de la investigación, señala el profesor O'Regan, es encontrar maneras de aumentar la esperanza de vida. «Si bien la actividad física es importante, hemos descubierto que la grasa oculta podría ser perjudicial incluso en personas en forma. En el futuro, planeamos investigar cómo las terapias farmacológicas, como los inhibidores de GLP-1 (p. ej., Ozempic), podrían mejorar no solo la diabetes y la obesidad, sino también abordar los efectos del envejecimiento de la grasa visceral oculta«, concluye..
El profesor Bryan Williams OBE, director científico y médico de la British Heart Foundation, señala que, aunque ya se sabe que el exceso de grasa visceral alrededor del corazón y el hígado puede provocar un aumento de la presión arterial y el colesterol alto, es preocupante que también pueda ayudar a acelerar el envejecimiento del corazón y los vasos sanguíneos. «Comer una dieta más saludable y ser más activo puede ayudar a reducir los niveles de grasa visceral», apunta. Además sugiere que, dado que el patrón de distribución de grasa que se observa típicamente en el cuerpo de las mujeres está vinculado al estrógeno, «esa hormona puede ser clave para futuras terapias desarrolladas para abordar el envejecimiento cardíaco».
abc