El líder del mundo libre

Cuando murió Eisenhower, Franco envió un sentido telegrama al entonces presidente de los EE. UU. Richard Nixon en que lamentaba la pérdida de un “gran amigo de España”, “un eximio estadista y un gran soldado”, una figura que ocupaba “un lugar eminente en la historia de nuestro tiempo como líder del mundo libre”. Para aquellos a quienes la anterior guerra fría les cae lejos, quizás hay que recordar que Dwight Eisenhower, que había sido general en jefe de las fuerzas aliadas en el frente occidental durante la Segunda Guerra Mundial, fue el presidente estadounidense que el 26 de septiembre de 1953, esta semana hará precisamente setenta y dos años, firmó con el dictador los famosos pactos de Madrid que permitieron al régimen franquista volver al concierto de las naciones y a los EE.UU. instalar bases militares en el territorio español. En la propaganda del franquismo, el lugar del difunto como “líder del mundo libre” hacía tándem con el de Franco como “centinela de Occidente” y guardián de sus valores.
Llegada al aeropuerto de Barajas de Madrid del presidente de Estados Unidos, general Dwight D. Eisenhower, donde es recibido al pie del avión por el General Franco
Campúa / ColaboradoresComo los valores occidentales, que han significado una cosa u otra según quien hablaba, el concepto de “mundo libre” siempre ha sido bastante elástico. Hace décadas, solía englobar, por ejemplo, el régimen de apartheid de Suráfrica o dictaduras como la española o la turca, que se presentaban como bastiones del anticomunismo. La expresión “líder del mundo libre” se confeccionó, en cambio, como un traje hecho a medida para la gran potencia americana, que, tras 1945, buscó consolidar su hegemonía interpretando este papel. Esto no ha impedido que, en estos últimos años, a rebufo del autoritarismo de Trump o del hipotético no-intervencionismo de su política exterior, se haya ido diciendo que ya era algún otro quién llevaba esta ropa. En el primer mandato del actual presidente, se afirmaba con sarcasmo que Angela Merkel había asumido “de facto” esta función entonces vacante. Quienes luego, a fines del mandato de Biden, describían a Israel o Netanyahu como los verdaderos líderes del mundo libre jugaban un juego macabro más concordante con la dirección que ha tomado el cambio de época. Ahora, el primer ministro israelí es el dirigente mundial que, como un regente que ya ha transferido la corona y para halagar a Trump, usa más veces esta expresión.
El supuesto aislacionismo de Trump es una quimeraEl supuesto aislacionismo de Trump es una quimera. Y en Washington, a la vez que se redefine día a día la idea de libertad, se vuelve a vender la imagen del presidente de los EE.UU. como líder del mundo libre.
Lee tambiénEn tal contexto, considerando que esta connotada fórmula propagandística implica tanto alguna alianza como una superioridad jerárquica respeto los aliados, cuando un analista o un dirigente europeo insinúa que ahora le toca a Europa o a alguno de sus mandatarios ocupar este lugar hace un ridículo espantoso. A los europeos no posliberales que quieran tener una política exterior propia les convendría liberarse mentalmente de esta figura.
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