La enfermedad que se presenta tras la picadura de una garrapata. Causa alergias a la carne y a los productos lácteos.

El síndrome alfa-gal, que causa reacciones alérgicas a la carne y los productos lácteos tras la picadura de garrapatas, ha comenzado a extenderse por todo el mundo. Se estima que aproximadamente 450,000 personas en Estados Unidos podrían verse afectadas por el síndrome alfa-gal.
La enfermedad también se ha detectado en varios países europeos.
¿QUÉ ES EL SÍNDROME ALFA-GAL?
El síndrome de alfa-gal, identificado por primera vez en 2002, se produce cuando el cuerpo humano desarrolla una alergia a la molécula alfa-gal presente en la carne roja tras la picadura de ciertas especies de garrapatas. Los síntomas varían de una persona a otra y pueden incluir sarpullido, urticaria, náuseas, vómitos, diarrea, dificultad para respirar, presión arterial baja, mareos, desmayos y dolor abdominal intenso. Los síntomas gastrointestinales son más comunes en mujeres.
Sin embargo, no todos los pacientes experimentarán una reacción a cada carne roja que consumen. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. afirman que el síndrome de alfa-gal es una alergia grave, incluso potencialmente mortal, y que el mayor número de casos se registra en Estados Unidos.
TRATAMIENTO Y PRECAUCIONES
Aunque no existe cura para el síndrome de alfa-gal, los síntomas pueden controlarse con antihistamínicos. Sin embargo, lo más importante es evitar los alimentos que contienen alfa-gal, como la carne roja y los productos lácteos. Es necesario tener precaución, ya que algunos medicamentos, incluso las vacunas, contienen alfa-gal.
La forma más eficaz de protegerse del síndrome es evitar las picaduras de garrapatas. Esto incluye usar repelente de insectos en aerosol, evitar las zonas boscosas, usar ropa larga y quitarse de inmediato cualquier garrapata que se adhiera al cuerpo.
El síndrome de alfa-gal puede durar años, pero los síntomas pueden remitir con el tiempo. A menos que haya una nueva picadura de garrapata, algunos pacientes pueden volver a comer carne roja al cabo de uno o dos años. Sin embargo, el síndrome puede reaparecer con una nueva picadura de garrapata.
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