Maracaná podría sufrir grandes cambios

La junta directiva del Flamengo ha vuelto a debatir alternativas para aumentar la asistencia de público al Maracaná. Durante una reunión del Consejo Deliberativo celebrada el lunes (11), el club planteó la posibilidad de retirar asientos del sector norte para aumentar el aforo del estadio y satisfacer la creciente demanda de entradas.
La idea, según el presidente Luiz Eduardo Baptista (BAP), se inspira en modelos utilizados en otros estadios de fútbol brasileños, como el estadio del Grêmio y el Neo Química Arena. Ambos ya han adoptado soluciones similares, priorizando la presencia de público de pie en las zonas más concurridas, lo que permite una mayor compacidad y, en consecuencia, un mayor número de personas por metro cuadrado.
Sin embargo, la retirada de las butacas está sujeta a aprobación formal, ya que el Maracaná es patrimonio histórico. Además, la propuesta no se limita a la retirada de las butacas: la junta directiva también considera acercar las gradas al campo, similar a lo que se hace en el Monumental de Núñez, el estadio de River Plate. El objetivo es claro: intensificar el ambiente en los partidos del Flamengo.
Durante la reunión, Bap usó una metáfora para ilustrar el impacto previsto de los cambios en el estadio. "Si creamos un ambiente permanente de 'bienvenida al infierno', será positivo", declaró el director, destacando el papel de la afición como agente de presión en los partidos en casa. La información fue reportada por 'Coluna do Fla'.
De hecho, la gestión del estadio, actualmente liderada por el propio club en colaboración con el Fluminense , ha obtenido resultados financieros satisfactorios. El superávit operativo alcanzó el 64 % este año, frente al 31 % del año anterior, con el objetivo de alcanzar el 70 % para diciembre. Esta situación, de hecho, contribuyó a frenar el proyecto de construcción de su propio estadio.
A pesar de la euforia generada por las cifras, la junta directiva se mantiene cautelosa con las inversiones estructurales. Como explicó Bap, Flamengo no pretende comprometer sus finanzas en proyectos audaces. "No vamos a hacer locuras", declaró el presidente, recalcando que cualquier mejora en el Maracaná se realizará dentro de un marco de responsabilidad presupuestaria.
En este mismo contexto, el club también está considerando instalar una red de protección en la zona destinada a la afición visitante. Este cambio podría liberar alrededor de cinco mil asientos nuevos para los rojinegros, sin necesidad de grandes reformas estructurales.
Por lo tanto, Flamengo está centrando sus esfuerzos, al menos por ahora, en modernizar el estadio Maracaná, aumentar su eficiencia operativa y fortalecer el ambiente de apoyo del equipo en la cancha. Un estadio dedicado, por ahora, permanece fuera del radar inmediato de la junta directiva.
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