Ciclo hormonal femenino: cómo respetarlo y aprovecharlo

El cuerpo femenino se rige por un sistema hormonal complejo y fascinante que influye en mucho más que la fertilidad. El ciclo menstrual no es solo una secuencia de días previos a la menstruación; es un verdadero ciclo biológico y neuroquímico que afecta el metabolismo, las emociones, la energía física, la motivación e incluso la capacidad cognitiva.
Respetar y adaptar tu rutina a cada fase hormonal no sólo es una cuestión de salud, sino también de autoconocimiento, productividad y bienestar mental.
Explicación científica:
La base biológica: qué sucede en el cuerpo
El ciclo hormonal femenino se divide en cuatro fases principales:
1. Menstruación – Niveles bajos de estrógeno y progesterona; el cuerpo pierde energía y la temperatura corporal tiende a ser más baja.
2. Fase folicular: el estrógeno comienza a aumentar, estimulando la ovulación y promoviendo una mayor energía y claridad mental.
3. Ovulación: pico de estrógeno y liberación de LH (hormona luteinizante), que aumenta la energía, la confianza en uno mismo y la sociabilidad.
4. Fase lútea – Los niveles de progesterona aumentan para preparar el cuerpo para un posible embarazo, lo que puede causar retención de líquidos, cambios de humor y una mayor necesidad de descanso.
2. El cerebro y la neurociencia
Los niveles hormonales modulan neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y el GABA, influyendo en:
Estado de ánimo: El estrógeno estimula la serotonina y la dopamina, aumentando el bienestar; la caída hormonal puede provocar un aumento de la irritabilidad o la tristeza.
Concentración y creatividad: los niveles máximos de estrógeno y testosterona promueven la memoria, la capacidad de resolver problemas y el pensamiento creativo.
Ansiedad y relajación: la progesterona estimula el GABA, favoreciendo el descanso, pero en exceso puede causar lentitud y fatiga.
3. La perspectiva psicológica
El ciclo hormonal moldea los comportamientos, las necesidades emocionales e incluso los patrones de comunicación.
Durante la ovulación, la confianza y la motivación para socializar aumentan.
Durante el período premenstrual, el cerebro tiende a entrar en un estado más introspectivo, ideal para el autoanálisis y la resolución de problemas internos.
Respetar estas fluctuaciones ayuda a evitar la frustración, la fatiga crónica y los conflictos emocionales, y crea espacio para experimentar cada fase en sintonía con el cuerpo.
4. Aprovecha el ciclo
Entrenamiento físico: ajustar la intensidad según la fase (más fuerza durante la ovulación, más enfoque en el estiramiento y la recuperación durante el período menstrual).
Texto: Ana Águas; Foto de : Impala
Productividad: aprovecha las fases folicular y ovulatoria para proyectos creativos y deja las tareas más rutinarias para la fase lútea.
Autocuidado emocional: reservar tiempo para el descanso y los rituales relajantes antes y durante la menstruación.
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