Cómo el río Sena mantiene fresco el Louvre durante el verano

Mientras París se prepara para una ola de calor este fin de semana, una red poco conocida de tuberías subterráneas enfriará el museo del Louvre y otros monumentos históricos utilizando agua del río Sena.
Desde 1991, el agua del río se utiliza para refrigerar más de 800 edificios a través de un sistema humilde pero eficiente, todavía relativamente poco utilizado en el mundo.
La Ciudad de la Luz cuenta con la red de refrigeración urbana más grande de Europa: 110 kilómetros de tuberías subterráneas, que ayudan a reducir el uso de sistemas de aire acondicionado de alto consumo energético.
“¡Es como en ‘Batman’!”, exclama un peatón en el elegante y turístico distrito ocho de París mientras una escalera de caracol que conduce a una red de refrigeración subterránea emerge del suelo.
La tecnología no es nueva. La sede de las Naciones Unidas en Nueva York utiliza agua del East River para refrigeración desde la década de 1950.
Pero se requiere mucha planificación y construcción, por lo que estos sistemas de refrigeración eficientes y sostenibles todavía son relativamente poco comunes.
En París, sin embargo, la red ha crecido considerablemente en los últimos años para hacer frente a olas de calor más intensas y frecuentes. Se espera que la primera del verano (en el norte) llegue este mismo fin de semana.
El proceso funciona de forma similar a una red de calefacción urbana, pero a la inversa: el calor se transfiere del aire al agua fría que se bombea a través de tuberías hasta los edificios de la ciudad.
Pero a diferencia del aire acondicionado convencional, no libera aire caliente a la calle, según Fraîcheur de Paris, que gestiona la red de refrigeración del Sena y otras en Barcelona, Singapur y Dubai.
La empresa, copropiedad de la compañía energética francesa Engie, dice que también ofrece ahorros significativos en el consumo de electricidad, el uso de productos químicos y las emisiones de dióxido de carbono.
Las olas de calor podrían elevar las temperaturas del verano a 50°C en 2050 en París, afirma Raphaëlle Nayral, secretaria general de Fraîcheur de Paris.
Para Nayral, la ciudad necesita una solución más sostenible que el aire acondicionado, que conlleva una alta demanda de calor y energía. «De lo contrario, dejaremos esta ciudad completamente inhabitable», afirma.
Estudios han demostrado que el uso extensivo de sistemas de aire acondicionado puede incrementar el calor en los centros urbanos hasta 0,5ºC, valor que aumenta a medida que se instalan más unidades.
Este tipo de aire acondicionado también representa el 7% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según estimaciones de la ONU. Esto se debe en parte al consumo de energía y a la tendencia a fugas de gases refrigerantes.
En la red de París, 12 estaciones de refrigeración bombean agua helada desde el Sena a 867 puntos de la ciudad, incluido el edificio de la Asamblea Nacional, donde los diputados debaten las leyes.
Incluso en invierno, el río puede ser útil para refrigerar salas de servidores y centros comerciales.
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