Google enfrenta presión: Perplexity AI lanza millonaria oferta por Chrome

En el corazón del ecosistema tecnológico global, donde la innovación se mezcla con la competencia feroz, una noticia rompió la calma del martes. Perplexity AI, una de las empresas emergentes más comentadas en el mundo de la inteligencia artificial, envió una propuesta por escrito que dejó a más de un inversionista rascándose la cabeza: 34 mil 500 millones de dólares por el navegador Google Chrome.
Lo más impactante no fue solo la cifra —casi el doble del valor de la propia Perplexity— sino el contexto: Google podría verse obligado a vender Chrome debido a un proceso antimonopolio que podría marcar un antes y un después en la historia de internet.
En la misiva, el CEO de Perplexity, Aravind Srinivas, aseguró que la compra busca “colocar a Chrome en manos de un operador independiente, enfocado en la continuidad, apertura y protección del consumidor”. La declaración no es casual: desde el año pasado, Google enfrenta un fallo judicial que determinó que sus prácticas en las búsquedas online eran monopólicas.
Ahora, con un juez a punto de decidir qué “resarcimientos” imponer, los abogados del gobierno estadounidense presionan para que la compañía se deshaga de su navegador estrella.
Google, por su parte, ha solicitado al tribunal que descarte la opción de vender Chrome. La decisión se espera para finales de este mes y podría redefinir el equilibrio de poder en el mercado de navegadores, dominado por Google con más del 60% de cuota global.
Sin embargo, no todos ven con seriedad la oferta de Perplexity. Baird Equity Research señaló en una nota a inversionistas que la aplicación vale mucho más de lo que Perplexity propone, y que la probabilidad de que Google acepte es mínima.
Mientras tanto, otra noticia agitó el tablero tecnológico: autoridades chinas han instado a empresas locales a evitar los procesadores H20 de Nvidia, especialmente en áreas gubernamentales. La medida responde a preocupaciones de seguridad, pese a que Nvidia insiste en que sus chips no tienen “puertas traseras” ni funciones de control remoto ocultas.
Este clima de tensiones comerciales y regulaciones estrictas no es ajeno a la disputa por Chrome. En un mundo donde la IA avanza a pasos agigantados y los datos son el nuevo petróleo, controlar un navegador con miles de millones de usuarios es mucho más que un negocio: es tener la llave de la economía digital.
La batalla entre Perplexity AI y Google no es solo financiera. Es un pulso por el futuro de internet, por quién controlará el acceso a la información y por cómo los gobiernos limitarán el poder de las Big Tech.
Si el juez falla a favor de separar Chrome de Google, podríamos estar ante el caso más emblemático desde la división de AT&T en los 80. Si no, Google mantendrá su hegemonía… al menos por ahora.
La Verdad Yucatán