El efecto ASML: la ciudad neerlandesa que ha pasado de liderar la producción de bombillas a impulsar el desarrollo de la IA

Los éxitos del FC Barcelona llevaron a muchos aficionados al fútbol a acuñar el término 'cruyffismo'. Si bien no existe una definición oficial, el nombre designa a un método de juego basado en la posesión del ataque con un enfoque ofensivo, embelleciendo el juego en la medida de lo posible. Ahora, una ciudad del país en el que nació Johan Cruyff quiere, con la ayuda de ASML, replicar esta fórmula para situarse, más de un siglo después, en la punta de lanza del panorama tecnológico global.
Eindhoven contribuyó a que la electricidad llegara a las masas cuando allí se estableció un punto clave de producción de bombillas, situándose a la cabeza de un importante cambio tecnológico. Ahora, 130 años más tarde, esta ciudad neerlandesa se encuentra en el centro de otra revolución técnica: la Inteligencia Artificial.
El fabricante de equipamiento de procesadores ASML está planeando expandir 100 hectáreas sus instalaciones para poder cumplir con los objetivos de crecimiento. La empresa es clave en el desarrollo de la IA, ya que construye potentes y exclusivas máquinas de litografía capaces de elaborar los chips más avanzados del mercado. Consciente de la apremiante coyuntura, en la que otras empresas tecnológicas están pisando el acelerador, ASML quiere reforzar sus prestaciones para ganarles la carrera.
Para ello, ASML, que cuenta con una plantilla de 20.000 trabajadores en Veldhoven -ubicado en el área metropolitana de Eindhoven-, quiere expandir sus instalaciones en una nueva ubicación situada a 8 km de distancia. La idea es contratar a otros 20.000 empleados para esta nuevo recinto. El proyecto cuenta con una inversión de 4.100 millones de euros, de los cuales dos tercios provienen de fondos gubernamentales y el resto ha sido proporcionado por firmas y 21 municipalidades.
Además, este plan depende del esfuerzo conjunto entre la firma y la administración para resolver problemas de infraestructura en la ciudad, como tener un número suficiente de viviendas asequibles, transporte, electricidad y, eventualmente, mano de obra en una región donde faltan trabajadores. Se prevé que los trabajos comiencen dentro de seis meses.
En este sentido, el apoyo público es férreo. En palabras de Jeroen Dijsselbloem, exministro de finanzas y alcalde de Eindhoven, "sin las máquinas de ASML, el desarrollo de la IA se ralentizaría", frase con la que subraya la importancia de la empresa y el valor de su apuesta en la ciudad neerlandesa. Y los números le dan la razón: ASML es la mayor compañía europea en términos de capitalización bursátil.
Así las cosas, Eindhoven, está viviendo un proceso de transformación similar al que experimentó a finales del siglo XIX, cuando Royal Phillips comenzó a producir lámparas y bombillas de hilo de carbono. Sin embargo, la demanda energética que requieren las necesidades de ASML podría exceder la capacidad de la ciudad en este ámbito. Y es que, actualmente, no hay capacidad de suministro eléctrico en la zona en la que la firma quiere expandirse, un problema para el cual las autoridades municipales están buscando solución tras contactar con firmas energéticas.
Por otro lado, si bien el proyecto de ASML es considerado una prioridad nacional, todavía no tiene los permisos necesarios, los cuales no llegarán antes del próximo año. Tampoco tiene licencia, por el momento, para liberar emisiones de nitrógeno, una cuestión que genera presión en la marca, según Joost Van Hees, jefe de 'partnerships' en la compañía. A todo ello se le suma la incertidumbre política: el Gobierno colapsó en junio y hay elecciones generales convocadas para el próximo 29 de octubre.
eleconomista