La magia del Cuarteto Fibonacci: «Colores brillantes y la rebelión del siglo XX»

LAVENO MOMBELLO (Varese)
Entre los mejores cuartetos de cuerda emergentes de Europa, el Cuarteto Fibonacci es uno de los mejores cuartetos de cuerda emergentes de Europa y actúa regularmente en el Wigmore Hall y el Conway Hall de Londres, el Auditorio Sony de Madrid y el Museo del Violín de
Cremona. Mañana el cuarteto compuesto por Luna De Mol, violín; Kryštof Kohout, violín; Elliot Kempton, viola; Findlay Spence, violonchelo se presentará en Laveno Mombello en el claustro del Palazzo Perabò di Cerro, a las 21 h. En el programa están Helen Grime (1981) “Cuarteto de cuerda n.º 1”; Leoš Janáček “Cuarteto n.º 2 “Cartas íntimas”; Cuarteto Bedřich Smetana en mi menor “Zmého života” / “De mi vida” (1876). Ganadores del Concurso Internacional de Música de Cámara de la Royal Overseas League; premio especial de la Asociación Shostakovich en París, el Concurso Internacional Beethoven en Londres y el Premio Borciani en Reggio Emilia (entrada gratuita para niños menores de 14 años;
Entradas +39 333 3589577 o www.vivaticket.com. A las 19:00 h, visita guiada al MIDeC (Museo Internacional de Diseño Cerámico) y a la exposición «Iperoggetti: Obras y Proyectos de Marco Oggian». El violonchelista Findlay Spence nos habla de sí mismo.
Maestro, ¿qué significa actuar en un museo?
Tocar en diferentes espacios siempre es una experiencia única. Un museo es un lugar donde la gente viene a detenerse y observar, invitando a una escucha más atenta. Las exhibiciones interactúan con la historia, estimulando la imaginación, y nuestra música se suma a esa conversación.
¿Cuál es la conexión entre el arte moderno y la música del siglo XX?
Tanto el arte como la música rompieron con el pasado, y no solo por rebeldía: buscaban nuevas formas de expresar la experiencia humana de un mundo nuevo. El arte moderno y la música del siglo XX comparten colores vibrantes, contrastes marcados y la disposición a dejar que el silencio o el espacio vacío expresen tanto como las notas y las pinceladas.
¿Cómo elegiste el repertorio?
Piezas en sintonía con su entorno y entre sí, obras figurativas, emociones y tramas intensas. Es como comisariar una exposición: cada pieza tiene voz propia, y juntas narran una historia sobre la identidad checa. Janáček y Smetana son autores personales, sus obras autobiográficas.
Ganó el Primer Premio en el Concurso Borciani. ¿Qué recibió del conjunto?
El Cuarteto Italiano poseía un equilibrio increíble: una fusión perfecta de voces, cuatro personalidades fuertes que brillaban con luz propia. De sus grabaciones y su legado, aprendimos que la unidad y la individualidad no son opuestas; la magia surge cuando se complementan.
Il Giorno