En La Scala con Mozart, Carsen se coronó rey de la telerrealidad.

Robert Carsen es un director de renombre mundial que ha creado producciones inolvidables de ópera y teatro, pero desde ayer también se ha coronado como el rey de los reality shows, al menos en La Scala, donde decidió ambientar la historia de Così fan tutte (una historia ya problemática en la era del #MeToo, la igualdad de género y la falta de ironía) en un reality show sobre el amor al estilo de Love is Blind, Love Island o Temptation Island, con monólogos confesionales al estilo de Gran Hermano, escenas en la piscina, un cámara en el escenario para grabar primeros planos y un final sorpresa. Y es que la ópera de Mozart y Da Ponte —aquí dirigida por Alexander Soddy— cuenta la historia de una apuesta entre Ferrando (el tenor Giovanni Sala) y Guglielmo (el barítono Luca Micheletti) para descubrir si sus respectivas novias, Dorabella (Nina van Essen) y Fiordiligi (Elsa Dreisig), son fieles. Así pues, recuerda a los reality shows sobre el amor y la fidelidad. En este caso, sin embargo, los "tentadores" que llegan a la Isla de las Tentaciones son travestis. Si bien el filósofo Don Alfonso (Gerald Finley) y la camarera Despina (Sandrine Piau, en un susurro) son los presentadores del reality show, con toda razón, dado que en Così fan tutte son ellos quienes realmente lo llevan las riendas. El resultado es entretenido, coherente y moderno (cuando Ferrando y Guglielmo fingen partir a la guerra, abordan un portaaviones rodeados de marineros y bailarines, hombres y mujeres, que realizan acrobacias al ritmo de una coreografía de Rebecca Howell). Y esto gracias a Carsen, quien también diseñó la escenografía junto a Luis F. Carvalho, quien diseñó el vestuario, y la iluminación junto a Peter van Praet. De hecho, recibió una calurosa ovación del público, algo inusual, sobre todo en La Scala. También se aplaudió la excelente dirección de Alexander Soddy y el reparto, si bien Finley y Piau no brillaron tanto como el director. Così fan tutte sigue siendo un espectáculo que merece la pena ver.
ansa




