Sustitutos de la carne: ¿Realmente buenos para la salud?

Por otro lado, otros sustitutos más industriales, como los filetes vegetales ultraprocesados, no son tan efectivos. Para imitar la apariencia y el sabor de la carne, los fabricantes utilizan proteínas texturizadas (soja, guisantes), pero sus productos suelen tener un alto contenido de sal, azúcares y aditivos, con valores nutricionales variables.
Los reflejos adecuados para elegir bien
Para evitar errores, lea atentamente las etiquetas. Esto le ayudará a elegir productos con la menor cantidad de aditivos artificiales. Limite el consumo de filetes ultraprocesados con sabores, colorantes y estabilizantes añadidos, así como productos con más de 1,5 g de sal por 100 g o que contengan azúcar añadido.
Lo ideal es que prepares tus propias alternativas a la carne. Por ejemplo, puedes preparar hamburguesas caseras con lentejas, garbanzos, champiñones, avena o quinoa. Económicas, saludables y deliciosas, puedes personalizarlas añadiendo hierbas, especias y verduras para maximizar su sabor y nutrientes.
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SudOuest