Salud. Dieta, sueño, medicación... ¿Cuál es el secreto para vivir hasta los 100?

Genética, hábitos de vida... ¿Cómo viven tanto los centenarios? ¿Y si la respuesta no es inequívoca?
En el inconsciente colectivo, vivir más tiempo implica necesariamente acumular problemas de salud a medida que envejecemos. Pero un nuevo estudio del Instituto Karolinska de Suecia está cambiando las reglas del juego.
Al comparar a las personas que alcanzaron los 100 años con las que murieron antes, los investigadores hicieron un descubrimiento sorprendente: los centenarios no sólo padecen menos enfermedades, sino que estas enfermedades también se desarrollan más lentamente.
Patologías menos frecuentes y tardíasSi bien muchos adultos mayores acumulan rápidamente múltiples afecciones en sus últimos años, la carga de enfermedad de los centenarios parece estabilizarse alrededor de los 90 años. Con mayor frecuencia tienen enfermedades limitadas a un solo sistema orgánico y menos afecciones comórbidas.
Este estudio, publicado en eClinicalMedicine , que siguió a más de 270.000 personas nacidas entre 1920 y 1922, también destaca que las enfermedades cardiovasculares son menos frecuentes y aparecen más tarde en los centenarios.
Los trastornos neuropsiquiátricos también son menos comunes entre quienes viven más tiempo, por lo que los centenarios parecen envejecer de manera diferente.
« Los resultados sugieren que los centenarios han mantenido su resistencia a las enfermedades a pesar del envejecimiento y el estrés fisiológico », afirma Karin Modig, del Instituto de Medicina Ambiental del Instituto Karolinska. « Esto podría deberse a una combinación favorable de genes, estilo de vida y entorno ». Si no se puede influir en los genes, ¿qué son los estilos de vida favorables?

Otros factores importantes también contribuyen a la longevidad, como no fumar, evitar el alcohol o beberlo con moderación, mantenerse físicamente activo y mantener las conexiones sociales.
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En una revisión de 34 estudios observacionales, la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia identificó cuatro factores clave que contribuyen a la longevidad extrema.
- Una dieta variada con bajo consumo de sal
Las personas centenarias suelen llevar una dieta equilibrada y variada. En promedio, obtienen entre el 57 % y el 65 % de su energía de los carbohidratos, entre el 12 % y el 32 % de las proteínas y entre el 27 % y el 31 % de las grasas. Su dieta incluye alimentos básicos (como el arroz y el trigo), frutas, verduras y alimentos ricos en proteínas como aves, pescado y legumbres, con un consumo moderado de carne roja.
Este patrón dietético, similar a la dieta mediterránea, se asocia con un menor riesgo de pérdida de función física y mortalidad.
La mayoría de los centenarios también prefieren una dieta baja en sal.
- Menor consumo de medicamentos
Los centenarios no están exentos de enfermedades crónicas, pero generalmente las desarrollan mucho más tarde que el promedio. Más de la mitad de las personas estudiadas padecían problemas comunes como hipertensión, demencia o deterioro cognitivo.
Sin embargo, los centenarios toman un promedio de 4,6 medicamentos, en comparación con 6,7 en los no centenarios. La polifarmacia (tomar cinco o más medicamentos simultáneamente) se asocia con un mayor riesgo de eventos adversos como caídas, deterioro cognitivo y hospitalizaciones, debido a interacciones farmacológicas perjudiciales.
La calidad y la cantidad del sueño afectan el sistema inmunitario, las hormonas del estrés y las funciones cardiometabólicas. Dormir bien se asocia con una vida más larga y saludable y un menor riesgo de enfermedades crónicas.
En el estudio, el 68% de los centenarios estaban satisfechos con la calidad de su sueño, una tasa significativamente superior a la media de la población general (entre el 29% y el 67% según el país).
- Un entorno de vida favorable
Más del 75% de los centenarios y casi centenarios estudiados vivían en zonas rurales. Este patrón se refleja en las «zonas azules», regiones conocidas por su alta concentración de centenarios, como Okinawa en Japón, Cerdeña en Italia, la península de Nicoya en Costa Rica e Icaria en Grecia.
Esta longevidad podría estar parcialmente relacionada con la conexión entre la naturaleza y la salud. Por ejemplo, la exposición a espacios verdes se ha relacionado con la reducción del estrés, la depresión, la hipertensión, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas, lo que podría aumentar la esperanza de vida.
Otros factores importantes también contribuyen a la longevidad, como no fumar, evitar el alcohol o beberlo con moderación, mantenerse físicamente activo y mantener las conexiones sociales.
Fuente: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2589537025003281 - https://www.unsw.edu.au/newsroom/news/2024/08/we-reviewed-the-health-habits-of-centenarians
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