Feria de Dax 2025: para vivir la fiesta con discapacidad, “hay que ser ingenioso”

A la feria también acuden personas con movilidad reducida. A pesar de las dificultades, intentan disfrutar plenamente del evento, gracias a las medidas de accesibilidad.
Calles abarrotadas, música a todo volumen y colas interminables: la Feria de Dax no siempre es fácil para las personas con movilidad reducida (PMR). Sin embargo, sin duda están presentes en los callejones de la ciudad de Dax. En su silla de ruedas negra, Pierre Paugam se mueve con rapidez, sin importar las aceras ni el suelo. "Hay que ser ingenioso", dice desde el principio. "Soy una persona activa en silla de ruedas; no me gusta que me empujen". Para él, la accesibilidad para personas con movilidad reducida en la feria está, en general, bien pensada: "Hay rampas por todas partes, es muy buena".
Los organizadores se han esforzado por facilitar la vida cotidiana: además de las rampas, los baños cuentan con un voluntario que controla el acceso. También se han habilitado plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida en los aparcamientos periféricos. A pesar de la falta de ascensor, las plazas de toros también son accesibles, aunque no sea muy práctico, señala Pierre Paugam. «Hay que subirse a un asiento de cuero de 'abuelo y abuelo' y luego te suben en brazos. No es precisamente discreto». Aunque la plaza no cuenta con sistema de audiodescripción, Mireille, que es ciega, pudo vivir el espectáculo taurino. «Hubo una vez que alguien que sabía mucho del tema me lo explicó todo», recuerda, «fue genial».
“Estamos viviendo las fiestas al máximo”Comer, beber, pasear o incluso bailar: a pesar de sus discapacidades, las personas con movilidad reducida no se quedan atrás a la hora de disfrutar de la feria. «Disfrutamos plenamente de las festividades siempre que estemos acompañados», asegura Mireille, abrazando a su marido, quien también le sirve de guía. La pareja asiste regularmente al baile de la Potinière.
En silla de ruedas eléctrica desde hace trece años, Hubert, de 80 años, ha participado prácticamente en todas las ediciones, incluidas las corridas de toros. Para el oriundo de Dax, a pesar de las dificultades, el evento sigue siendo esencial: "¡Seguiré participando en la feria hasta que no pueda más!"
"Tratamos de evitar los puntos calientes y pegarnos a las paredes".
Sin embargo, la transformación de la ciudad balnearia en un gigantesco festival al aire libre genera ciertas complicaciones. «Conozco Dax de memoria, pero durante la feria, ya no me oriento», explica Mireille. Para las personas con movilidad reducida, en las noches grandes, es mejor evitar las multitudes. «Intentamos evitar los puntos calientes y pegarnos a las paredes», explica la persona ciega.
La opinión general sobre las personas con discapacidad es benévola, dice. "Aunque estés perdido en medio de la calle, siempre hay alguien que te ayuda a encontrar el camino correcto", sonríe Mireille. Algunas reacciones a veces carecen de tacto, dice Pierre Paugam. "Lo que más me molesta son los borrachos que se me acercan y me hacen preguntas por compasión", se queja.
SudOuest