Economía. Presupuesto 2026: Se aprieta el cerco al gasto sanitario

En su discurso titulado «La hora de la verdad», el 15 de julio, François Bayrou marcó el rumbo: la salud deberá contribuir con 5.500 millones de euros al ahorro previsto en el presupuesto de 2026.
Para lograrlo, el Primer Ministro presentó una idea rectora: «empoderar a los franceses». Según él, «el coste de la atención sanitaria debe ser más tangible para los pacientes», con el objetivo de romper con «un mercado donde el consumo es desenfrenado y sin límites».
Además de la duplicación de las franquicias médicas y de las cotizaciones fijas, uno de los anuncios clave se refiere a las enfermedades de larga duración (ELD), es decir, enfermedades «cuya gravedad o cronicidad –a veces ambas– requieren un tratamiento prolongado» y cuya atención y tratamiento están cubiertos al 100%.
El gobierno quiere avanzar hacia la "salida del estatus" en ciertos casos, como las remisiones de cáncer, y dejar de reembolsar íntegramente los medicamentos "no relacionados" con la enfermedad. "El 20% de los franceses están en situación de enfermedad de larga duración (EAD), en comparación con el 5% de la población alemana. Y no creo que los franceses tengan peor salud que los alemanes", declaró el jefe del gobierno para justificar la revisión de este estatus.
Otro aspecto destacado es la "deriva" de las bajas por enfermedad . El Estado pretende poner fin a los abusos relacionados con su prescripción. La ministra de Trabajo, Salud, Solidaridad y Familia, Catherine Vautrin, también declaró que "los controles realizados sobre las bajas por enfermedad de más de 18 meses han demostrado que más del 50 % ya no están justificadas".
El gobierno también afirma que continuará la lucha contra el fraude , con un presupuesto de 13 000 millones de euros para todo el sector social. Otra vía de ahorro: los hospitales deberán ser más eficientes y promover la reutilización de dispositivos médicos, mediante monitorización mediante inteligencia artificial, añade Catherine Vautrin.
Estos próximos cambios en el sector sanitario distan, por supuesto, de ser unánimes. «Las consecuencias para el personal y los usuarios serán drásticas, tanto en la prestación de la atención y la calidad que debe brindarse a cada ciudadano como en las condiciones laborales», comunicó la Federación de Servicios Públicos y Servicios de Salud Force Ouvrière, llamando a «luchar contra este gobierno desde el inicio del curso escolar». Sin duda, la píldora no será fácil de tragar.
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