¿Por qué este amor (casi) tribal por el fútbol?

Cada vez que un equipo francés llega a la final en un gran torneo de fútbol, ​​las calles se encienden. ¿Por qué el fútbol atrae a tantos aficionados y genera tanto compromiso? ¡Es raro oír corear el nombre de un campeón francés de tenis a las 3 de la madrugada durante el torneo de Roland-Garros!

Para Matt Butler, del King's College de Londres, y sus colegas , si el fútbol es el deporte más popular del mundo y si, en todas las culturas, los aficionados están dispuestos a invertir recursos considerables para seguir y apoyar a su equipo, esto sugiere que hay universales psicológicos subyacentes vinculados a la evolución de las especies.

Ante todo, el placer suele asociarse con la activación del circuito de recompensa del cerebro y la liberación de dopamina, pero a veces olvidamos que esta hormona también se libera al hacer predicciones. El hecho de que cada equipo marque más o menos goles, y que estos ocurran esporádicamente durante el partido, explicaría, por un lado, la motivación de los espectadores y, por otro, la tensión emocional y la liberación de dopamina con cada gol.

Pero eso no es todo. Los aficionados al fútbol parecen sentir atracción por todo el ritual antes, durante y después del partido, heredado de la infancia. Los autores argumentan que, desde muy pequeños, los niños se identifican con sus padres (a menudo el hijo con su padre, aunque esto está cambiando) y apoyan al mismo equipo, poniéndose en el mismo estado que ellos y, por lo tanto, condicionados a comportarse de cierta manera. Según Matt Butler y sus colegas, este ritual libera endorfinas (un auténtico analgésico natural), reduciendo la ansiedad y facilitando la cohesión grupal. Los efectos son tales que los autores no dudan en plantear que el fútbol podría constituir una prescripción social y no médica, y por lo tanto, ¡representar una verdadera herramienta a disposición de los psiquiatras!

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