Tomar agua muy fría es malo para el estómago en ciertos casos: ‘Puede provocar pesadez e inflamación’

Beber agua fría en un clima cálido es una de las mejores formas de calmar la sed, pero a muchos les surge la duda de si es mala para el estómago, especialmente cuando se acompaña de las comidas.
De acuerdo con el nutricionista y profesor de la Universidad Europea, Vicente Clemente, en una entrevista con el portal web ‘CuídatePlus’, aclaró varias dudas sobre los beneficios y las posibles consecuencias de tomar este líquido frío.
“Beber agua muy fría provoca un descenso inmediato de la temperatura en las paredes del aparato digestivo. Este enfriamiento brusco provoca que los vasos sanguíneos del estómago y el intestino se contraigan de forma momentánea, lo que puede ralentizar el inicio de la digestión y alterar la actividad de las enzimas digestivas, que trabajan mejor a temperatura corporal”, agregó Clemente.

El agua fría, en algunas personas, causa pesadez e inflamación abdominal. Foto:iStock
Aunque esto puede generar preocupación, el experto aclaró que es un efecto pasajero y no provoca problemas significativos en la mayoría de la población sana. Sin embargo, en quienes sufren de reflujo, gastritis o colon irritable, los efectos son diferentes.
“Esta reacción puede intensificar los síntomas, generando pesadez, calambres o una sensación de inflamación abdominal. El llamado corte de digestión no se debe únicamente a beber agua fría, sino a un cambio brusco en la temperatura corporal que puede afectar a la circulación y provocar malestar general”, detalló.
¿Es bueno consumir agua fría durante o después de las comidas?Según el experto, no hay una evidencia científica que indique que el agua fría durante o después de las comidas sea perjudicial para la mayoría de las personas. Sin embargo, hace énfasis en que quienes padecen digestiones lentas o problemas gastrointestinales deberían evitarlo.
“La ingesta de agua muy fría en este momento puede aumentar la sensación de plenitud, ralentizar el inicio de la digestión y, en algunos casos, agravar el reflujo o los espasmos digestivos”, agregó Clemente.
Además, recomendó que en estos casos resulta más cómodo optar por beber agua a temperatura ambiente o ligeramente fresca, para así evitar un fuerte contraste térmico.

Tanto el agua caliente como la fría cumplen la misma función. Foto:iStock
Por otro lado, en términos de hidratación, tanto el agua caliente como la fría cumplen la misma función: reponer líquido. Según Vicente Clemente, la diferencia radica en la tolerancia y el contexto.
“La fría puede resultar más agradable en climas cálidos o después de una actividad física intensa, aportando sensación de frescor y ayudando a bajar la temperatura corporal”, destacó el nutricionista.
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