El PSOE da alas a debatir en el Congreso la ley antitaurina

La iniciativa legislativa popular (ILP) que quiere prohibir la protección cultural de la tauromaquia ya ha comenzado su debate en el Congreso y el PSOE ha decidido darle alas. Sin dejar claro si en última instancia apoyará la ley antitaurina o no, de momento aboga por que el texto sea tomado en consideración y el cerco a la Fiesta siga cogiendo temperatura. «El PSOE lleva dos años poniéndose de perfil –ha reprochado el PP–. Sánchez está dejando hacer y el PSOE es cómplice del atropello».
La Comisión de Cultura ha celebrado este martes la primera sesión dedicada a la ILP para suprimir el blindaje jurídico que desde 2013 protege a la tauromaquia como bien cultural. Se trata de darle a comunidades y ayuntamientos las competencias necesarias para limitar, alterar y, finalmente, prohibir las corridas sin que exista un marco estatal para frenarlo, como ocurre ahora. Este es el verdadero objetivo. Más de 600.000 personas han suscrito esta iniciativa que apoya Sumar, el partido del ministro de Cultura, Ernest Urtasun.
Si saldrá adelante o no dependerá de la postura del PSOE. Por eso, en la sesión celebrada para escuchar a la ponente de la ILP todos los ojos estaban puestos en el portavoz socialista, Marc Lamuà, que nuevamente se ha movido en la ambigüedad. El diputado ha avanzado que votará a favor de la toma en consideración de la ley: «Si no, estamos negando el debate. Y si negamos la palabra en la casa de la palabra, poco demócrata nos podríamos llamar».
Acto seguido, dijo una cosa y la contraria. Por un lado, aseguró que «la cultura no se conserva en formol». «Grandes tradiciones de la humanidad ya no están y otras que habían desaparecido se han recuperado». Por el otro, advirtió que hay que debatir con respeto: «Los espectáculos taurinos abundan en España, pero de una manera heterogénea. Es evidente que atiende a una expresión cultura que desde hace siglos se viene dando». Y, por último, recordó la postura de su partido hace trece años, cuando se votó la ley que ahora se quiere derogar: «Ni prohibir, ni promover».
Esta postura le valió al grupo socialista críticas tanto desde la derecha como desde la izquierda. La portavoz de Cultura del PP, Sol Cruz-Guzmán, le acusó de ponerse de perfil: «Han dejado a Urtasun censurar la tauromaquia, eliminar el premio Nacional y han votado en contra en esta Comisión para poner restaurarlo. Sánchez ha dejado hacer y es cómplice del atropello». Nahuel González, de Sumar, reprochó por su parte la «equidistancia» del PSOE. Ni con estas críticas se salió Lamuà del guion que llevaba escrito: «No vamos a aceptar debates maniqueos».
La sesión de hoy tenía como objetivo escuchar a Cristina Ibáñez, la ponente de No es mi cultura, el grupo que ha impulsado la ILP. Ibáñez cuestionó que la cultura deba servir «de excusa para la violencia». «La cultura no se impone, la cultura se elige», dijo. «Más aún cuando lo que se impone son ciertas prácticas obsoletas, inhumanas, que la mayor parte de la sociedad rechaza frontalmente». Los promotores de la ILP aseguran que están ante una «oportunidad única» y no ocultan que detrás de esa «libertad para que las autonomías decidan» lo que hay es un deseo de prohibir las corridas.
José Ramírez del Río, de Vox, dio la vuelta a los argumentos de Cristina Ibáñez. «La frase 'la cultura no se impone, la cultura se elige' es el motivo por el que no deberían haber presentado esta ley», dijo. «Permitirle a un político que pueda vetar las actividades de un ciudadano es profundamente antidemocrático. Si ustedes no quieren participar en espectáculos taurinos, nadie les fuerza a acudir a ellos. Hay muchos pueblos y comunidades de España que tienen más o menos festejos taurinos. Evitar que unas personas que quieren llevar a cabo una actividad lo puedan hacer es antidemocrático».
A escuchar a la comisión promotora de la ILP solo acudieron los diputados de PP, PSOE, Sumar, Vox y ERC. Los otros grupos parlamentarios que integran la Comisión de Cultura prefirieron emplear su tiempo en otra cosa. Las posturas están claras: PP y Vox ya han anunciado su voto en contra; Sumar y Podemos se han puesto en primera fila de la foto a favor. La clave está en el PSOE, que sigue sin posicionarse. Pedro Sánchez ha declarado que, aunque no le gustan los toros, no piensa prohibirlos: quién sabe lo que pensará o le convendrá dentro de unas semanas, cuando haya que votar.
Al PSOE, eso sí, se le va acabando el tiempo. Tras la sesión de hoy, se celebrará otro pleno para la toma en consideración y ya entonces pasará a debatirse con detalle el texto legislativo. Hasta el momento, el PSOE ha expuestos las dos almas que hay dentro del partido sobre este tema: en el Senado se abstuvo en una moción que quería recuperar el premio Nacional de Tauromaquia y, semanas después, en el Congreso, votó junto a Sumar contra una propuesta idéntica.
Entre las propias filas del PSOE ha habido voces críticas con las políticas impulsadas por Ernest Urtasun desde el Ministerio de Cultura, quien liquidó el premio Nacional de Tauromaquia y ha borrado al sector de las Medallas de Oro de Bellas Artes. El socialista Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha liderado junto a comunidades del PP la creación de un premio alternativo. Desde el sector taurino, claro, lo ven como un retroceso histórico que deja a la tauromaquia expuesta a cualquier vaivén político o ideológico. «Nos aterroriza que se pueda exterminar la cultura; es el fracaso de la democracia», ha asegurado hoy la Fundación del Toro.
ABC.es