Descubren un puerto sumergido en Taposiris Magna que conecta con el templo donde buscan a Cleopatra

La misión arqueológica dominicana que dirige Kathleen Martínez en la zona del templo de Taposiris Magna, en colaboración con Robert Ballard, fundador y director ejecutivo del Ocean Exploration Trust, ha hallado evidencias de un antiguo puerto actualmente sumergido, que estaba conectado por un túnel con el templo y abierto directamente al Mediterráneo.
Los resultados del estudio geológico y arqueológico llevado a cabo por el equipo de la profesora de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, el oceanógrafo que descubrió el Titanic y Larry Meyer, director del Centro de Cartografía Costera y Marítima de la Universidad de New Hampshire, en cooperación con el Departamento de Estudios Marinos de la Armada Egipcia (ENHD) y el Departamento General de Antigüedades Subacuáticas del Consejo Supremo de Antigüedades, revelaron que este sitio, al oeste de Alejandría, albergabak
También han descubierto anclas de piedra y metal de diversos tamaños y una gran cantidad de ánforas del período ptolemaico. Según su investigación, que ha dado a conocer el Ministerio de Antigüedades de Egipto, la antigua línea costera se encontraba a aproximadamente 4 kilómetros de la costa actual.
Un túnel unía el Templo de Taposiris Magna con el Mediterráneo, extendiéndose hasta el área conocida como 'Salam 5', donde los buzos encontraron evidencia arqueológica que apoya la hipótesis de una antigua actividad marítima.
El ministro de Turismo y Antigüedades, Sherif Fathy, señaló que este descubrimiento refleja la dimensión marítima del antiguo Egipto, cuyas costas no fueron simplemente centros de civilización, sino centros estratégicos de comunicación comercial y cultural con el mundo antiguo. El ministerio seguirá apoyando estos proyectos de investigación, que arrojan luz sobre los tesoros hundidos de Egipto.



A juicio de Mohamed Ismail Khaled, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, el hallazgo supone una importante aportación científica a la arqueología marítima egipcia, ya que no se menciona su existencia en fuentes antiguas. Añadió que no solo amplía la comprensión de la estructura económica y religiosa de esa época, sino que además confirman la posición de Egipto como centro mundial de actividad marítima durante miles de años.

Para Kathleen Martínez, estos descubrimientos abren un nuevo capítulo en el estudio del área arqueológica del Templo Taposiris Magna, donde busca la tumba perdida de Cleopatra desde hace más de una década. El año pasado descubrieron depósitos de cimentación bajo el muro sur del recinto exterior del templo, que contienen una colección diversa de objetos funerarios y rituales del período Ptolemaico Tardío.
Entre los hallazgos se encontraba una pequeña estatuilla de mármol blanco de una mujer con la diadema real que, según la directora de las excavaciones, representa a Cleopatra VII, la última gobernante de la dinastía ptolemaica que sedujo a Julio César y a Marco Antonio. Sin embargo, muchos egiptólogos discrepan porque los rasgos faciales difieren de las representaciones conocidas de la famosa reina. Consideran más probable que la figure represente a otra mujer real o princesa.
Las excavaciones también dieron con 337 monedas, muchas de ellas con la imagen de Cleopatra VII, una colección de vasijas de cerámica ritual, lámparas de aceite, recipientes de piedra caliza para alimentos y cosméticos, estatuas de bronce, un amuleto con forma de escarabajo con la inscripción «La Justicia de Ra ha brillado» y un anillo de bronce dedicado a la diosa Hathor.
El hallazgo de una colección de fragmentos y vasijas de cerámica que datan del templo del período ptolemaico tardío indica que la construcción de los muros del templo se remonta al siglo I a. C. También se encontraron restos de un templo de la época griega que data del siglo IV a. C., que fue destruido entre el siglo II a. C. y principios de nuestra era.
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