'Ifigenia', «una rosa de sangre entre las manos ensangrentadas»

Desde que Esquilo citara el sacrificio de Ifigenia en la 'Orestiada' y Eurípides la contara su historia en dos obra,'Ifigenia en Áulide' e 'Ifigenia en Táuride', este personaje mitológico ha sido llevado a escena de muchas maneras y por autores tan relevantes como Racine, Goethe, Heiner Müller, Gluck, Cherubini -estos dos la llevaron a la ópera-. Es sin duda uno de los mitos más adaptados y con miradas y lecturas más diferentes. Ahora llega a Madrid -estará en el Teatro Bellas Artes del 11 al 15 de junio' la versión que se estrenó en el pasado Festival de Mérida, y que lleva la firma de Silvia Zarco. Dirigida por Eva Romero, cuenta con un reparto que integran María Garralón, Juanjo Artero, Beli Cienfuegos, Laura Moreira, Nuria Cuadrado, Alberto Barahona, Néstor Rubio, Rubén Lanchazo y Maite Vallecillo.

La historia cuenta el sacrificio de la princesa griega Ifigenia a manos de su padre, Agamenón, para apaciguar a los dioses y permitir la partida de la flota griega hacia Troya. La versión de Silvia Zarco comienza cuando el sacrificio de Ifigenia está a punto de empezar. «Para nuestra sorpresa -dice la autora-, la obra terminará como empezó, con el sacrificio de otra joven, la troyana Políxena. Las madres de las asesinadas, Clitemnestra y Hécuba, reinas de vencedores y vencidos, serán obligadas a desaparecer y callar. Pero no lo harán». Y es que el papel de la mujer tiene una importancia capital «'Ifigenia' -sigue explicando- es una obra trenzada a partir de tres tragedias griegas que cuentan el comienzo, el final y el regreso de la Guerra de Troya. Viajamos hasta ellas porque documentan un hecho crucial que marcará el papel de la mujer en la civilización occidental: el error trágico como especie violenta que un día asumió el uso de la fuerza para apropiarse de cuerpos y de tierras. Los jefes de la guerra de Troya sacrificaron a las hijas y marginaron a las madres».

Sacrificio, deber, lealtad, familia son algunas de las cuestiones que aborda la obra. Eva Romero, la directora, pone el foco sobre la mujer. «La de Ifigenia es la primera muerte violenta de una mujer en la literatura occidental. Agamenón, su padre y jefe del ejército griego, sentencia y clava como una bandera la raíz de la violencia contra niñas y mujeres en el origen de nuestra civilización. Con 'Ifigenia' trazamos un mapa desde el kilómetro cero de la violencia contra las mujeres. Esta es la historia de las olvidadas y de sus madres condenadas. Es una rosa de sangre entre las manos ensangrentadas.