Un detector de metales encuentra un brazalete vikingo de hace 1.000 años
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Hace unas semanas, un hombre aficionado a detectar metales llamado Ronald Clucas, realizó un hallazgo excepcional. Se encontraba en la Isla de Man cuando descubrió un fragmento de un brazalete vikingo de oro, elaborado hace más de mil años. El hallazgo no solo representa un tesoro arqueológico, sino también una ventana al pasado vikingo de la isla, enriqueciendo nuestra comprensión de su historia y cultura.
Datado entre los años 1000 y 1100 d.C., el brazalete fue confeccionado mediante una técnica especializada que implicaba trenzar ocho varillas de oro, evidenciando la destreza de los orfebres vikingos. El fragmento que se ha descubierto mide aproximadamente 3,7 centímetros de largo y pesa 27,26 gramos, aunque originalmente debió tener una longitud cercana a los 7,7 cm. Fue encontrado doblado por la mitad, lo que sugiere que pudo haber sido utilizado en transacciones económicas, ya que durante la era vikinga era común cortar piezas de oro y plata para usarlas como monedas, informa Live Science.
Clucas es miembro de la Sociedad de Detectoristas de la Isla de Man. Quiso expresar su asombro ante el hallazgo, destacando la rareza de encontrar oro con un detector debido a las señales débiles que emite. Este descubrimiento marca su segundo hallazgo de tesoros vikingos, habiendo encontrado previamente un lingote de plata y otro de plomo en 2005.
Durante la era vikinga, la Isla de Man operaba bajo una economía dual donde tanto las monedas como los metales preciosos, como el oro y la plata, se utilizaban en transacciones comerciales. El oro, siendo más escaso que la plata, se reservaba para la creación de joyas intrincadas que servían como símbolos de estatus y riqueza. La curadora de arqueología de Manx National Heritage, Allison Fox, señaló que este brazalete pudo haber sido utilizado en múltiples transacciones, dado que presenta dos cortes distintos.
Durante la era vikinga era común cortar piezas de oro y plata para usarlas como monedas
Las razones detrás del entierro del brazalete permanecen inciertas. Podría haber sido ocultado para su protección, perdido accidentalmente o incluso ofrecido como tributo a los dioses vikingos. Independientemente de su propósito original, su descubrimiento proporciona una conexión tangible con las prácticas culturales y económicas de los vikingos en la región.
El brazalete ha sido oficialmente declarado "tesoro" por el Subcoronel de Instrucciones de la Isla de Man, una designación que reconoce su valor histórico y cultural. Actualmente, se encuentra en exhibición en la Galería Vikinga del Museo Manx en Douglas, permitiendo al público apreciar de cerca esta pieza única del patrimonio vikingo de la isla, informa Live Science.
Este hallazgo se suma a una serie de descubrimientos vikingos en la Isla de Man, consolidando su reputación como un punto clave en la red de comercio y asentamientos vikingos en el mar de Irlanda. La isla ha revelado numerosos tesoros que incluyen monedas, joyas y otros artefactos, todos los cuales contribuyen a una comprensión más profunda de la influencia vikinga en las Islas Británicas. La dedicación de detectoristas como Ronald Clucas desempeña un papel crucial en la preservación y descubrimiento del patrimonio arqueológico.
El Confidencial