Battlefield 6: así viví el primer fin de semana de una beta que puede destronar a Call of Duty

Desde que Call of Duty llegó a mi vida en plena pandemia, se convirtió en mi lugar seguro para pasar tardes enteras. Era mi campo de batalla preferido… hasta ahora.
El primer fin de semana de la beta de Battlefield 6 me dejó una sensación que no tenía hace años: la de encontrar un competidor real que no solo puede igualar, sino superar, la experiencia que me ha acompañado durante tanto tiempo.
Más allá de ser un simple shooter, Battlefield 6 se siente como una experiencia bélica viva, en constante cambio. No son solo mapas grandes: son escenarios que respiran, se destruyen y se transforman mientras juegas.
Fachadas que se agrietan hasta derrumbarse, columnas de polvo que te dejan ciego, cráteres de explosiones que se convierten en coberturas improvisadas… todo se mueve y se adapta, y eso obliga a que yo también lo haga. No hay rincón realmente seguro para un campero.
El trabajo sonoro también me atrapó. Los disparos tienen una profundidad increíble, y los pasos, tanto de aliados como enemigos, se escuchan con un realismo que no da ventajas artificiales: aquí no se trata de aprender patrones de audio para “cazar” rivales, sino de reaccionar como lo harías en la vida real, con todo el caos que eso implica.
En lo técnico, el juego me sorprendió por su estabilidad. Lo probé en un portátil ASUS ROG Strix con una RTX 4090 y la fluidez fue total, sin caídas de rendimiento. Las colas para entrar eran largas, pero eso habla más de la expectación que de un fallo.
La mecánica de arrastrar a un compañero caído para ponerlo a salvo antes de reanimarlo me pareció brillante, y el sistema de daño localizado —que te deja seguir en pie si recibes un impacto en brazos o piernas, pero acaba todo con un disparo en la cabeza— refuerza el tono más realista del juego frente a otros shooters.
No todo fue perfecto. Algún bug me mandó por los aires con una explosión o incluso por una colisión extraña al saltar, pero en una beta eso se perdona fácilmente. Lo importante es que, en lo esencial, el juego ya se siente sólido, competitivo y preparado para atraer a una base masiva de jugadores desde el día uno.
Salir de Call of Duty no es fácil, pero Battlefield 6 me dio suficientes razones para pensar que quizá este sea el momento de cambiar de bando. Si esto fue solo el primer fin de semana de la beta, no quiero imaginar lo que será el juego completo.
eltiempo