El compañero te pone en movimiento
Lo mejor que se puede decir del pescado es que no sabe a pescado. ¿Sabes qué otra cosa no sabe a pescado? ¡La pizza! Pero hoy no vamos a hablar de pizza. Vamos a hablar de Club Mate, una bebida de té helado de culto que destaca porque no sabe a té en absoluto (si tu Club Mate sabe a pescado: cambia de marca).
El eslogan publicitario de Club Mate es: "Te acostumbras". ¡Genial! Me gusta esa sutileza. Suena como: "Club Mate: está bien cuando no hay nada más". O: "Club Mate: la sed te obliga a beberlo".
Club Mate (junto con Paulaner Spezi) ha sido durante mucho tiempo la bebida preferida de los jóvenes de mi entorno. Es un refresco carbonatado elaborado con las hojas de la yerba mate, una planta sudamericana con la que los pueblos indígenas han preparado durante siglos su infusión, ligeramente amarga pero estimulante.
La versión occidental se originó en la "Sekt-Bronte" basada en el mate, que un comerciante de bebidas llamado G. Latteyer descubrió en una exposición en Dietenhofen, Baviera, a principios del siglo XX e inmediatamente licenció.
Su hija se casó con el Sr. Sauernheimer en 1957. Él, a su vez, vendió la licencia en 1994 a la cervecería Loscher en Münchsteinach, Franconia Media, debido a su avanzada edad. Allí, tras solo 80 años, se dieron cuenta, con toda razón, de que "Bronte" no era un nombre adecuado para una bebida. ¿"Bronte"? Suena como un Brontosaurio amigable con bigote y mocos ("¿Qué tal, Bronte? ¿Cómo va todo por ahí?"). Así que rebautizaron el refresco como "Club Mate". Y desde entonces ha sido todo un éxito.
Esta bebida se ha usado como "bebida de hackers" desde los noventa y ha mantenido a las fiestas LAN enteras jugando toda la noche gracias a su alto contenido de cafeína. Contiene alrededor de 20 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros, el doble que la Coca-Cola. Club Mate está disponible por temporadas en varios sabores, como "Granada", "Frutos Rojos", "Mate Cola", una "Edición de Invierno" y "Té Helado", con aún más cafeína.
La empresa anuncia su "combustible" con un eslogan que desafía con firmeza todas las modas publicitarias pasajeras: "Esto sí que te da la energía que necesitas". ¡Genial! ¿Quién no sueña con una bebida que realmente nos dé la energía que necesitamos? Ya están trabajando en nuevos sabores de Club-Mate. Me encantaría ver, por ejemplo, "Mate Melocotón-Porcini-Toffifee", "Mate Pera-Jengibre-Aperol" y, por supuesto, "Mate Tomate".
Club Mate encaja a la perfección en nuestro presente consciente, ya que es vegano, vegetariano, sin lactosa, sin gluten, sin alcohol, sin amianto, sin plomo, sin dioxinas y sin plutonio. Todas estas propiedades, por cierto, también se aplican al agua del grifo (pero no al pescado).
A diferencia del café frío, el té helado hace tiempo que dejó atrás su imagen aburrida de comida de emergencia en albergues juveniles y ahora es un éxito rotundo en los estantes, especialmente en sabores de melocotón y limón. La receta del éxito: simplemente mezclar azúcar y aditivos químicos en el té hasta que ya no sepa a té, sino a caramelos Hubba Bubbas disueltos en ácido nítrico.
Me pregunto por qué esto no funcionaría también con café frío. Probablemente sea una idea genial. El problema es que, con mis pésimas habilidades de marketing, no logro impulsarla bien en el mercado global, así que tengo que seguir escribiendo columnas aquí hasta caer rendido. O tomarme un Club Mate. O comerme un Toffifee. Eso —que he probado personalmente— también tiene un efecto estimulante y orientado a resultados, al menos en mí. ¡Que tengas un buen fin de semana!
rnd
