Los turistas británicos se apresuran a visitar una isla española menos conocida pero increíblemente hermosa
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Si bien parece que hay pocos rincones (o ninguno) de España sin descubrir por los turistas, no es menos cierto que algunos destinos están más presentes en los radares de la mayoría de los viajeros británicos.
Destinos como Ibiza y la mayor de las islas Baleares de España, Mallorca, son especialmente atractivos para los turistas que buscan una animada vida nocturna y todo lo que ofrecen los resorts de lujo. Sin embargo, la supremacía que estas islas han tenido durante mucho tiempo en el verano se ve desafiada por otra isla balear que ofrece una alternativa tranquila para los amantes del sol.
El servicio de comparación de precios TravelSupermarket informó recientemente de un aumento del 341% en las búsquedas de Menorca. A pesar de ser la segunda isla más grande del archipiélago balear, Menorca se vio eclipsada durante mucho tiempo por la ostentación de Ibiza y Mallorca. Pero el deseo de escapar de los altos precios y del turismo fiestero que se han convertido en factores definitorios de los veranos en Ibiza y Mallorca ha impulsado a los viajeros a buscar destinos alternativos a las islas españolas que siempre han amado.
Entra en Menorca. Con temperaturas agradables durante todo el año y sus impresionantes playas, Menorca es una excelente opción para los viajeros de vacaciones. Las playas de Menorca tienen dos caras: la accidentada zona norte, definida por formaciones rocosas de pizarra y arcilla roja, y la pintoresca zona sur, con suaves arenas blancas y cálidas piscinas naturales. Lo más importante es que ambas caras ofrecen acceso a aguas limpias y transparentes y ofrecen actividades emocionantes, como buceo, windsurf y senderismo, para los turistas activos.
Al igual que Ibiza y Mallorca, Menorca cuenta con su propio patrimonio gastronómico y una magnificencia arquitectónica que sin duda merece la pena explorar. La confluencia de la riqueza culinaria y cultural de Menorca se representa mejor con un solo ingrediente: el aceite de oliva. Conocido como el oro líquido de Menorca, ningún viaje a la isla estaría completo sin conocer y probar este potente aceite.
Además de mostrar lo mejor de las Baleares, el tiempo que Menorca ha pasado fuera del foco turístico le ha permitido mantener un marcado encanto rural y establecer un firme compromiso con la sostenibilidad y la protección de su integridad natural.
Pero Menorca no es ningún secreto. La isla ya está empezando a ver un aumento en el número de turistas y es probable que la ofensiva de Mallorca contra los cruceros haga que Menorca ocupe una parte cada vez mayor del mercado turístico de verano, independientemente de si la isla está preparada para ello o no.
Pero a diferencia de Mallorca, Menorca siempre ha sido firme en sus medidas de protección del medio ambiente. La isla se convirtió en la mayor reserva de la biosfera del mar Mediterráneo cuando en 2019 amplió su reserva de la UNESCO a alta mar. Las leyes de protección también han permitido a la isla limitar el número de vehículos, embarcaciones e instalaciones en la isla.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que Menorca aplica un impuesto turístico sostenible para los visitantes mayores de 16 años, que suele rondar los 4 € por noche. No obstante, la isla, que en su día fue considerada un lugar secundario, se ha distinguido como una alternativa sólida a Mallorca y un destino fascinante por derecho propio.
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Daily Mirror