Un informe de la ONU revela un aumento alarmante de la inseguridad alimentaria en África a pesar de las mejoras mundiales

KAMPALA, Uganda — La inseguridad alimentaria está aumentando en muchas partes de África , y el número de personas que no pueden permitirse una dieta saludable superará los 1.000 millones —aproximadamente dos tercios de la población del continente— en 2024, según un informe de las Naciones Unidas publicado el lunes.
La prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave en África es más del doble del promedio mundial del 28%, mientras que las cifras de América Latina y el Caribe, Asia y Oceanía no alcanzan esa marca, señala el informe.
El informe anual, elaborado por cinco agencias de la ONU, analiza las tendencias en los esfuerzos para alcanzar el objetivo del hambre cero en todo el mundo para 2030. Entre esas agencias se incluyen la Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y el Programa Mundial de Alimentos.
Se estima que el 8,2% de la población mundial podría haber enfrentado hambre en 2024, frente al 8,5% en 2023 y el 8,7% en 2022, una tendencia positiva que “contrasta con el aumento constante del hambre en la mayoría de las subregiones de África” y en Asia occidental, o partes de Oriente Medio y el sur de Asia, señala el informe.
La prevalencia de la desnutrición, una medida clave del progreso, superó el 20% en África y aumentó al 12,7% en Asia occidental, indicó.
El informe es el más reciente en sugerir que eliminar la inseguridad alimentaria a nivel mundial sigue siendo un grave desafío. África sigue siendo el continente más vulnerable.
Según la proyección actual, 512 millones de personas en el mundo podrían estar crónicamente desnutridas en 2030, y casi el 60% de ellas se encontrarían en África, señala el informe.
“Debemos revertir urgentemente esta trayectoria”, afirmó Máximo Torero, economista jefe de la FAO.
Un indicador importante de la situación es la cantidad de africanos que no pueden costear una dieta saludable. Si bien la cifra mundial disminuyó de 2760 millones en 2019 a 2600 millones en 2024, en África aumentó de 864 millones a poco más de 1000 millones durante el mismo período.
Esto significa que la gran mayoría de los africanos no pueden comer bien en el continente de 1.500 millones de personas.
La ONU advirtió en un informe de octubre que los conflictos, la inestabilidad económica y las crisis climáticas —además de la reducción de la financiación para la asistencia alimentaria y agrícola de emergencia— estaban generando niveles alarmantes de inseguridad alimentaria aguda en 22 “puntos críticos de hambre”.
En ese informe, elaborado por la FAO y el PMA, se mencionaba a Sudán, Sudán del Sur, Haití, Malí y los territorios palestinos como zonas de “máxima preocupación”.
Chad, Líbano, Myanmar, Mozambique, Nigeria, Siria y Yemen fueron clasificados como “puntos críticos de gran preocupación”, donde un gran número de personas enfrentaban o se proyectaba que enfrentarían niveles críticos de inseguridad alimentaria aguda.
Torero, economista jefe de la FAO, dijo que la situación en África es “preocupante”, impulsada en parte por el fracaso de la producción agrícola para seguir el ritmo del crecimiento demográfico en muchas áreas.
Al mismo tiempo, dijo, muchas partes de África enfrentan conflictos violentos y reveses derivados del cambio climático.
“Estas perturbaciones interactúan y se refuerzan mutuamente, debilitando los ya frágiles sistemas agroalimentarios”, afirmó, refiriéndose al último informe de la ONU. “Zonas de conflicto como Sudán y el Sahel enfrentan desafíos particularmente graves. Además, el clima representa una grave amenaza, sobre todo para las poblaciones más vulnerables”.
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