A los hermanos Menéndez que asesinaron a sus padres les reducen la pena

A dos hermanos que asesinaron a sus padres hace más de tres décadas les reducen la pena.
Erik y Lyle Menéndez habían sido encarcelados de por vida sin libertad condicional, pero esta pena se redujo a 50 años de prisión, lo que les permite optar a la libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles de California. La ley se aplica a quienes cometieron delitos siendo menores de 26 años: Erik tenía 18 y Lyle 21 cuando asesinaron a José y Kitty Menéndez en 1989.
Y el juez del Tribunal Superior Michael Jesic le dijo a la sala repleta en Los Ángeles: "No digo que deban ser liberados, no me corresponde a mí decidirlo. Creo que han hecho lo suficiente en los últimos 35 años y que deberían tener esa oportunidad".
Los hermanos, que aparecieron a través de una transmisión en vivo, se mantuvieron en gran parte estoicos, aunque Erik sonrió cuando un primo elogió sus recientes calificaciones A+ en los cursos universitarios tras las rejas.
Aparecieron a través de una transmisión en vivo y hablaron por primera vez ante el tribunal antes del fallo. Lyle declaró ante el tribunal: «Maté a mis padres. No pongo excusas ni justificaciones. El impacto de mis actos violentos en mi familia... es inconmensurable».
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El fallo significa que la decisión ahora recae en la junta de libertad condicional de California, que determinará si la pareja todavía representa un riesgo para el público.
El sensacional caso sigue siendo una de las tragedias familiares más comentadas de Estados Unidos, reavivada recientemente por los exitosos dramas de Netflix y una ola de apoyo público.
Los abogados de Erik y Lyle Menéndez deben demostrar que ambos se han rehabilitado durante su tiempo en prisión y merecen una sentencia menor, de 50 años a cadena perpetua.
Una decisión que los haría elegibles para la libertad condicional bajo la ley de delincuentes juveniles de California, ya que ambos eran menores de 26 años cuando mataron a sus padres.
LEER MÁS: “Me condenaron a 38 años de prisión por un asesinato que no cometí, pero no estoy enojado ni amargado”Su abogado defensor de alto perfil, Mark Geragos, dijo a los periodistas fuera del tribunal que quiere que los cargos se retiren a homicidio involuntario y que los hermanos cumplan la pena cumplida.
Esta medida les otorgaría efectivamente la liberación inmediata. Se espera que al menos siete familiares testifiquen a favor durante las audiencias, lo que pone de relieve el apoyo que siguen recibiendo los hermanos.
Aunque los fiscales del condado de Los Ángeles se oponen a la nueva sentencia, argumentando que la pareja no ha aceptado plenamente su responsabilidad, Geragos respondió:
“El propósito de la nueva sentencia es fomentar la rehabilitación —esa es la ley—, no volver a litigar los hechos del delito, como pretende hacer el fiscal del distrito”.
El ex fiscal de distrito George Gascón ya ha allanado el camino, citando nuevos conocimientos sobre el trauma y la larga rehabilitación de los hermanos tras las rejas, incluidos sus logros educativos y el trabajo de apoyo con sus compañeros de prisión.
Daily Mirror