Un gigante gaseoso que orbita al vecino del Sol podría albergar lunas repletas de vida

Los científicos han encontrado evidencia sólida de un planeta gaseoso gigante orbitando Alfa Centauri A, el sistema estelar similar al Sol más cercano a la Tierra, a tan solo 4,37 años luz de distancia. Si bien es improbable que el planeta en sí albergue vida, sus lunas podrían ser candidatas prometedoras para la habitabilidad, convirtiéndose potencialmente en nuestros vecinos más cercanos con vida fuera del sistema solar.
Este potencial gigante gaseoso fue detectado mediante imágenes directas realizadas por el Telescopio Espacial James Webb ( JWST ) de la NASA , el observatorio espacial más potente hasta la fecha. El descubrimiento se informó por primera vez en agosto de 2024, pero hasta la fecha ha resultado difícil de detectar en observaciones posteriores. Los astrónomos advierten que se necesitan más estudios para confirmar su existencia y caracterizar su entorno, pero las señales son prometedoras.
La Dra. Carly Howett, profesora asociada de instrumentación espacial en la Universidad de Oxford, declaró a la BBC : «Este es un hallazgo increíblemente emocionante. Cuatro años luz es una gran distancia para nosotros, pero en el contexto de nuestra galaxia, está muy cerca; está prácticamente en nuestro patio trasero cósmico. El hecho de que este planeta orbite una estrella tan similar a nuestro Sol, con temperatura y brillo comparables, lo convierte en un objetivo importante cuando pensamos en mundos habitables».
El planeta recién detectado orbita aproximadamente a dos unidades astronómicas (UA) de Alfa Centauri A, cerca del límite exterior de la zona habitable de la estrella, donde las temperaturas podrían permitir la existencia de agua líquida. Aunque el planeta es un gigante gaseoso masivo, probablemente envuelto en una densa nube de hidrógeno y helio, similar a Júpiter o Saturno, es casi con certeza inhóspito para la vida.
Sin embargo, los científicos están especialmente interesados en la posibilidad de que este gigante gaseoso albergue un sistema de lunas, mundos potencialmente grandes y helados similares a Ganímedes de Júpiter o Titán de Saturno. En nuestro sistema solar, estas lunas presentan entornos considerados entre los más prometedores para la vida extraterrestre.
Se cree que Ganímedes, la luna más grande del sistema solar, alberga un vasto océano subterráneo bajo su corteza helada, mientras que Titán posee una densa atmósfera rica en nitrógeno y lagos de hidrocarburos líquidos en su superficie. Ambos cuerpos son objeto de intensa investigación astrobiológica y de próximas misiones, como Europa Clipper de la NASA y JUICE de la ESA, destinadas a investigar su habitabilidad.
El gigante gaseoso Alfa Centauri, ubicado cerca de la zona habitable, podría albergar lunas con suficiente energía estelar para mantener agua líquida, ya sea en la superficie o en océanos subterráneos. Además, el calentamiento por mareas (interacciones gravitacionales entre un planeta masivo y sus lunas) podría proporcionar calor interno a estas lunas, incluso si orbitan lejos de la estrella. Este mecanismo de calentamiento sustenta los océanos subterráneos en lunas como Europa y Encélado en nuestro sistema solar.
Charles Beichman, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y coautor principal del estudio, afirmó: «Estas observaciones están ampliando los límites de lo que podemos hacer con el telescopio espacial más potente del mundo. Estrellas como Alfa Centauri son tan brillantes y se mueven tan rápido por el cielo que resulta increíblemente difícil detectar planetas que orbitan directamente sobre ellas».
El Dr. Howett añadió: «Probablemente el planeta se encontraba detrás de la estrella o demasiado cerca en algunos seguimientos. Detectar un mundo así requiere un poco de suerte y una sincronización perfecta».
Para confirmar y aprender más sobre este planeta, los astrónomos planean utilizar instrumentos futuros como el Telescopio Espacial Nancy Grace Roman de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para 2027. Este telescopio de próxima generación tendrá capacidades avanzadas para detectar exoplanetas y estudiar sus atmósferas.
El Dr. Howett afirmó: «Al analizar el espectro de luz del planeta, podemos empezar a comprender qué gases contiene y si las condiciones podrían sustentar la vida en las lunas que lo orbitan. Esto abre una nueva ventana a la posibilidad de entornos habitables más allá de los propios planetas similares a la Tierra».
El descubrimiento amplía la búsqueda de vida más allá de los planetas terrestres, destacando la importancia de las exolunas (lunas que orbitan planetas fuera de nuestro sistema solar) como posibles hábitats. Las lunas grandes alrededor de gigantes gaseosos podrían ser comunes en toda la galaxia, posiblemente hábitats más numerosos y estables que los planetas del tamaño de la Tierra.
Aunque la detección directa de dichas lunas está más allá del alcance de la tecnología actual, su potencial para sustentar vida las convierte en objetivos críticos para la exploración futura.
En resumen, la detección de un gigante gaseoso cerca de la zona habitable de Alfa Centauri A acerca la posibilidad de lunas con vida a la Tierra como nunca antes. Confirmar su presencia será un desafío que durará décadas, pero el resultado científico podría ser revolucionario: encontrar vida en nuestro sistema estelar más cercano, a tiro de piedra cósmica.
Daily Express