Una ola de despidos en un laboratorio de la NASA que llevó a cabo proyectos históricos

El Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), uno de los centros de investigación más prestigiosos de la NASA , se enfrenta una vez más a una ola de despidos graves.
Dave Gallagher, director del laboratorio, anunció el 13 de octubre que otros 550 empleados serían despedidos.
¿Qué está pasando en la NASA?
En un comunicado publicado en el sitio web de la institución, Gallagher describió este proceso como "reestructuración y dotación de personal":
“Estamos reestructurando y ampliando nuestra organización para garantizar nuestro éxito futuro”.
La nueva ola de despidos se produce tras una serie de recortes en el JPL en los últimos años. En noviembre de 2024, el entonces director Laurie Leshin declaró: «Creo que hemos alcanzado un nivel de personal sostenible», tras una reducción de personal previa.
Sin embargo, Leshin dejó su puesto en mayo de 2025 y fue reemplazado por Gallagher, quien había estado trabajando en el laboratorio durante muchos años.
550 PERSONAS MÁS SE VAN
Gallagher afirmó que los despidos actuales son parte del proceso de reestructuración que comenzó en julio de 2025, y enfatizó que esta decisión “no está relacionada con el cierre del gobierno” en EE.UU.
En su declaración utilizó las siguientes expresiones:
Las decisiones de esta semana no son fáciles, pero son necesarias para asegurar el futuro del JPL. Damos este paso para construir una estructura más eficiente, centrarnos en nuestras capacidades técnicas clave, mantener la disciplina financiera y mejorar nuestra competitividad en el cambiante ecosistema espacial.
REALIZÓ PROYECTOS ESPACIALES ICÓNICOS
El JPL no es técnicamente parte de la NASA; es operado por el Instituto de Tecnología de California (Caltech) pero depende en gran medida de la financiación de la NASA.
El laboratorio ha llevado a cabo algunos de los proyectos espaciales más emblemáticos de Estados Unidos hasta la fecha, como las sondas espaciales Voyager y los exploradores de Marte (Curiosity, Perseverance).
Por lo tanto, cualquier contracción en el presupuesto de la NASA impacta directamente al JPL.
MALO PARA EL LIDERAZGO DE EE. UU. EN EL ESPACIO
Los despidos no sólo son trágicos para los trabajadores; también se consideran una mala señal para el liderazgo estadounidense en el espacio.
A corto plazo, una desaceleración en los proyectos de ingeniería podría llevar a que no se alcancen fechas de lanzamiento, mientras que a largo plazo, corre el riesgo de disuadir a los ingenieros jóvenes de trabajar en el JPL o la NASA.
Otro impacto negativo es la baja moral dentro de la organización. Algunos empleados actuales podrían empezar a buscar otras oportunidades debido a la falta de estabilidad.
“UN GOLPE A LA CIENCIA”
Garry Hunt, científico de la misión Voyager original, declaró a The Register que esta incertidumbre no le afectó directamente, ya que su carrera en el JPL había terminado. Añadió:
Este es un momento verdaderamente preocupante. Lo que Estados Unidos no comprende es que esto está debilitando no solo al JPL, sino a la ciencia y la tecnología en general. Esta era una institución que formaba a personas con talento. Pero ahora esas personas abandonarán el campo.
Un empleado del JPL que habló con The Register resumió la atmósfera general con estas palabras:
“El ambiente general aquí es de pesimismo y desesperanza”.
Hunt también enfatizó las posibles consecuencias de los retrasos. La sonda Voyager había aprovechado una oportunidad de lanzamiento excepcional, que solo ocurre cada 175 años, para realizar un "gran recorrido" por el Sistema Solar.
“Perder la ventana de esa misión no era una opción”, dijo el científico, enfatizando que el JPL es muy consciente del costo de tales retrasos.
ntv