¿Cansado al final del día? Un baño de pies podría ser la solución, según un médico.

Tras un día largo y agotador , el cuerpo anhela alivio, y los pies, responsables de soportar el peso y la rutina diaria, lo notan más rápidamente. Una práctica sencilla y económica puede ser la clave para relajarse y cuidar la salud: un baño de pies .
La dermatóloga Raphaella Marques explica a Metrópoles que la técnica, tradicionalmente utilizada para aliviar el dolor, va más allá de la relajación. «Remojar los pies en agua tibia estimula la circulación sanguínea , reduce la hinchazón y ayuda a aliviar la tensión muscular. Es especialmente beneficioso al final del día», afirma.
La doctora recomienda potenciar los efectos de los baños de pies con ingredientes fáciles de conseguir, como sal gruesa y bicarbonato de sodio . «Combinados con agua tibia, estos ingredientes tienen propiedades antiinflamatorias y relajantes, y pueden ayudar a hidratar la piel. Su uso regular también ayuda a prevenir las callosidades y la sequedad excesiva de los pies», añade.

Según el experto, para realizar el ritual en casa, lo ideal es usar un recipiente limpio con suficiente agua tibia para cubrir los pies hasta los tobillos. Añada dos o tres cucharadas de sal gruesa y, si lo desea, unas gotas de aceites esenciales calmantes, como lavanda, o hierbas como manzanilla y romero. El remojo debe durar entre 15 y 20 minutos. Después, es fundamental secar bien los pies, especialmente entre los dedos, para prevenir la propagación de hongos, y aplicar una buena crema hidratante.
¿Cuántas veces a la semana se recomienda realizar este tratamiento?La frecuencia de los baños de pies depende del objetivo. «Para quienes simplemente buscan relajarse y aliviar la fatiga, dos o tres veces por semana es suficiente», aconseja Raphaella. Sin embargo, advierte que las personas con problemas circulatorios, diabetes o heridas en los pies deben consultar con un médico antes de adoptar esta práctica.
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