6 frases “inofensivas” que nunca debes decirle a una embarazada

El 15 de agosto se celebra el Día Mundial y Nacional del Embarazo , una fecha que tiene como objetivo homenajear este momento tan especial, pero también concientizar sobre la importancia de cuidar bien la salud durante el embarazo .
Como cuidar la salud no sólo se trata de prestar atención al cuerpo, sino también a la mente y a las emociones , Metrópoles habló con un especialista para conocer cuáles son las frases, que pueden parecer bien intencionadas, que suelen generar malestar en las embarazadas.
“Lo que le dices (o haces) a una embarazada importa, y mucho. Algunas frases calan hondo y quedan en la memoria emocional durante años”, revela Érika Mariana, doula, psicóloga y neuropsicóloga, especializada en psicología perinatal .
Érika detalla algunas de las cosas que la gente suele decirles a las mujeres embarazadas de su familia, o incluso a aquellas que no conocen y ven por primera vez en la calle, y que pueden resultar, como mínimo, incómodas.
El embarazo es una etapa profunda, transformadora y, a menudo, extremadamente solitaria. Una mujer embarazada lo escucha todo, todo el tiempo. Y no siempre con la atención y el apoyo que realmente necesita.
Mira 6 frases que nunca debes decirle a una mujer embarazada1. “¡Guau, tienes una barriga enorme!” o “¿Dónde está tu barriga?”
Desde el inicio del embarazo, el cuerpo de la mujer embarazada se convierte en una fuente inagotable de expectativas y comentarios sobre el tamaño de su barriga, frases que alimentan comparaciones e inseguridades y refuerzan la idea de que el cuerpo de la mujer es un espacio público, cuando no lo es.
2. "¿Estás seguro de que solo hay uno ahí?"
Erika enfatiza que este tipo de comentarios, incluso si se hacen en broma y sin mala intención, pueden causar incomodidad y vergüenza. "Una mujer puede ser sensible a su cuerpo, a su aumento de peso o a cómo la ven los demás. Reírse no ayuda", explica.
3. “¿Será un parto natural o una cesárea?”
Según la psicóloga, la pregunta suele transmitir un juicio disfrazado de curiosidad. Añade que la elección del método de parto es íntima y muy personal, y que no es solo una elección, sino una necesidad de salud tanto para la madre como para el bebé. «A menudo, esta pregunta está cargada de opiniones, lo que puede generar aún más presión en un momento ya de por sí lleno de dudas», añade.






Durante el embarazo, las mujeres necesitan apoyo

Los juicios y las críticas no traen nada positivo en estos momentos.
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Escuchar a la mujer embarazada y comprender y validar sus sentimientos es esencial.
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La salud mental es parte de la atención prenatal
Ian Waldie/Getty Images4. “Aprovecha para dormir ahora, porque luego…”
Algunas frases o advertencias que supuestamente sirven para preparar a la madre para lo que le depara el futuro pueden aumentar la ansiedad y resultar atemorizantes, sobre todo en el caso de las madres primerizas.
5. “Así ganarás mucho peso” o “¿Pueden comer eso las embarazadas?”
La experta enfatiza que monitorear el cuerpo o la dieta de una mujer embarazada es anticuado y ofensivo. Comentarios como estos pueden desencadenar trastornos alimenticios y dañar la conexión de la mujer con su propio cuerpo.
6. “Eres demasiado sensible” o “Son las hormonas”.
Una mujer embarazada atraviesa un caos hormonal y emocional. Decirle que es demasiado sensible o que reacciona exageradamente debido a las fluctuaciones hormonales invalida sus sentimientos y silencia lo que necesita ser escuchado.
Como me dijo una paciente: «Lo peor fue cuando me dijeron que estaba exagerando. Ya estaba cansada, sensible, intentando sobrellevar la situación, y aun así tenía que sonreír como si todo estuviera bien». Lo que necesitaba era aceptación, no juicio», dice Érika.Respeto y aceptación
Además de las frases inapropiadas, la psicóloga también destaca uno de los gestos más invasivos: tocar el vientre de una embarazada sin pedir permiso. "El cuerpo de una embarazada es suyo. No es un espacio público. Tocar sin consentimiento es invasivo, aunque sea 'tierno'".
Otro punto delicado que la especialista advierte es compartir historias de partos traumáticos o aterradores. Explica que este no es el momento para este tipo de conversaciones, ya que pueden aumentar el miedo y la tensión en un momento en que la mujer debería estar rodeada de información sólida y basada en la evidencia, si así lo desea.
Erika añade que los consejos constantes y no solicitados también pueden ser perturbadores, sobre todo cuando implican preguntas y críticas veladas. «Cada familia construye su propio camino. Es importante respetar este espacio», concluye.
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