Portugal para todos; no para los portugueses

El discurso de Marcelo Rebelo de Sousa y Lídia Jorge del 10 de junio es una prueba de que Portugal tiene que ser para todos, menos para los portugueses.
La autodeterminación de los pueblos, un documento que Portugal defiende, parte de la tesis de que cada pueblo debe ser libre de elegir su futuro como comunidad y, cuando sea posible, tener su propio país. Pero parece que esto no aplica a los portugueses, quienes son culpables de creer que el país que crearon es suyo.
Necesitamos recordarles a los portugueses que tienen todo el derecho a ser dueños de su nación. Que no tienen por qué sentirse extranjeros en su propio país. Que Portugal pertenece a los portugueses. Nos han dicho durante mucho tiempo que es un país para todos, pero olvidan incluir a los fundadores en ese "todos". Estamos siendo abandonados y desatendidos por quienes deberían representarnos y que, en realidad, parecen sentir asco por nosotros y por nuestra existencia.
Sin los portugueses, no hay Portugal. No tenemos por qué avergonzarnos de nuestra identidad ni de nuestra historia. Tampoco debemos tener miedo de querer tomar el control de nuestro país; de patalearnos y decir que Portugal es nuestro y lo será hasta el día de nuestra muerte.
observador