EE.UU. refuerza la protección del pangolín, el mamífero más traficado del mundo

Estados Unidos decidió, este lunes (16), reforzar la protección federal de todas las especies de pangolines, los únicos mamíferos con piel escamosa y los que más sufren el tráfico en el mundo.

Presentes en las selvas, bosques y sabanas de África y Asia, los pangolines son pequeñas criaturas nocturnas conocidas por su peculiar apariencia, su lentitud, su comportamiento pacífico y su capacidad de acurrucarse cuando se sienten amenazados.

Utilizan sus lenguas largas y pegajosas para alimentarse de hormigas y termitas y sólo tienen una cría por año.

Sus escamas de queratina son codiciadas en la medicina tradicional y su carne también se considera un manjar en algunas regiones.

A pesar de la disminución de las poblaciones debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y la endogamia, sólo una especie, el pangolín de Temminck de África, está protegida por la Ley de Especies en Peligro de Extinción de Estados Unidos.

La propuesta presentada el lunes por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos ampliaría ese estatus a las ocho especies conocidas.

La agencia propone incluir en la lista las cuatro especies asiáticas (pangolines chino, indio, de Sonda y filipino) y otras tres especies africanas: pangolines de vientre blanco, pangolines de vientre negro y pangolines gigantes.

“Estoy encantada de que Estados Unidos esté haciendo su parte para salvar a estas criaturas adorablemente extrañas”, dijo Sarah Uhlemann, directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica.

“Los pangolines están al borde de la extinción y debemos eliminar por completo cualquier mercado estadounidense para sus escamas. No hay ninguna razón válida para que alguien deba comer ninguna parte de un pangolín”, declaró.

Los pangolines están actualmente protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe el comercio internacional con fines comerciales y lo permite sólo en circunstancias excepcionales.

Pero el tráfico persiste.

En abril, las autoridades nigerianas incautaron casi cuatro toneladas de escamas de pangolín traficadas, el equivalente a unos 2.000 animales sacrificados.

En noviembre, Indonesia interceptó otras 1,2 toneladas.

La demanda estadounidense sigue siendo un factor. Entre 2016 y 2020, las autoridades fronterizas interceptaron 76 cargamentos de partes de pangolín, incluyendo escamas y productos vendidos para la medicina tradicional, según datos oficiales.

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