¿Cómo pueden las rocas trituradas ayudar a combatir el cambio climático?
Ya sea en las plantaciones de azúcar de Brasil o en las plantaciones de té de la India, se están esparciendo rocas trituradas en vastas franjas de tierras de cultivo en todo el mundo en un esfuerzo innovador para combatir el cambio climático.
La técnica, denominada Meteorización Mejorada de Rocas (ERW), busca acelerar la captura y el almacenamiento natural de dióxido de carbono, un gas que causa el calentamiento global.
Es potencialmente un gran negocio para los gigantes tecnológicos, las aerolíneas y las empresas de moda que buscan comprar créditos de carbono de proyectos ERW para compensar sus emisiones.
La técnica pretende acelerar un proceso geológico natural llamado meteorización, que consiste en la descomposición de las rocas por el ácido carbónico que se forma cuando el dióxido de carbono del aire o del suelo se disuelve en el agua.
El fenómeno ocurre de forma natural cuando la lluvia cae sobre las rocas y puede capturar dióxido de carbono del aire o del suelo en forma de bicarbonato o piedra caliza.
ERW acelera el proceso al utilizar rocas de rápida erosión, como el basalto, que se muelen finamente para aumentar su superficie.
Esta es una tecnología relativamente nueva y existen dudas sobre la cantidad de carbono que puede eliminar.
Un estudio estadounidense determinó que aplicar 50 toneladas de basalto a una hectárea de tierra por año eliminaría 10,5 toneladas de dióxido de carbono por hectárea en cuatro años.
Pero esta extracción fue menor cuando el basalto se aplicó a las plantaciones de aceite de palma en Malasia o a las plantaciones de caña de azúcar en Australia.
“Las pruebas de campo indican que la cantidad y la tasa de captura fueron sobreestimadas”, dijo Paul Nelson, un científico de la Universidad James Cook que ha estudiado los REG.
Este nivel depende de variables como el tipo y tamaño de la roca, la humedad y el calor del clima, el tipo de suelo y la gestión del suelo. Además, la captura de carbono es difícil de medir.
La técnica más popular mide los “cationes”, iones cargados positivamente liberados de la roca a través de la erosión.
Pero estos cationes se producen independientemente del ácido con el que reaccionó la roca, incluso sin captura de dióxido de carbono, explicó Nelson.
Por lo tanto, la técnica necesita ser calibrada y medida cuidadosamente, y se necesita más financiación para estudiar cómo determinar cuánto dióxido de carbono se elimina, según Wolfram Buss, investigador de eliminación de carbono en la Universidad Nacional de Australia.
La adición de roca aumenta la alcalinidad del suelo, lo que puede estimular el crecimiento y los nutrientes de los cultivos.
Los expertos señalan que incluso si el basalto reacciona con otros ácidos del suelo, sin capturar dióxido de carbono en esta etapa, aún puede traer beneficios al planeta.
Esto se debe a que los ácidos del suelo serían transportados a los ríos y al mar, donde la acidificación conduce a la liberación de dióxido de carbono.
Pero si la roca neutraliza el ácido del suelo, “habrás evitado que el dióxido de carbono se libere del agua a la atmósfera”, dijo Nelson.
Sin embargo, no está claro cuántas emisiones se habrían evitado.
Los REG se consideran seguros porque aceleran un proceso natural. Sin embargo, algunas rocas meteorizadas rápidamente presentan altos niveles de metales pesados potencialmente tóxicos.
Pero el riesgo principal es que una medición incorrecta sobreestime el carbono capturado.
Algunos proyectos ya venden créditos de carbono REG. Si una empresa compra uno de estos para compensar sus emisiones, pero la captura es menor de lo estimado, esto podría resultar en mayores emisiones netas de dióxido de carbono.
Se están llevando a cabo proyectos en diversas partes del mundo, incluidas Europa, América del Norte, América Latina y Asia.
Hace unos meses, un proyecto en Brasil anunció que había entregado los primeros créditos de eliminación de carbono verificados mediante REG.
El proceso se utiliza o prueba en zonas agrícolas, desde plantaciones de té en Darjeeling, India, hasta campos de soja o maíz en Estados Unidos.
Mati Carbon, una startup ERW de India, ganó un premio este año por la eliminación de carbono.
En diciembre, Google anunció el mayor acuerdo hasta la fecha para esta técnica, con 200.000 toneladas de compensaciones de carbono que serán entregadas a principios de la década de 2030 por la empresa emergente Terradot.
El costo del proyecto no fue revelado, pero un acuerdo separado entre Terradot y una compañía que representa a varias empresas vendió 90.000 toneladas por 27 millones de dólares.
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