Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Poland

Down Icon

Tu perfume podría ser... demasiado fuerte. Aquí está el secreto del Kōdō.

Tu perfume podría ser... demasiado fuerte. Aquí está el secreto del Kōdō.

Los perfumes europeos pueden ser como fuegos artificiales: espectaculares, intensos, difíciles de ignorar. Pero a veces vale la pena desconectar de los sentidos que gritan y escuchar a los que susurran. Bienvenido al mundo de Kōdō, la filosofía japonesa del aroma, donde menos es más.

En la cultura europea, el perfume suele ser una forma de expresión. Lo elegimos como un estilo: se supone que debe causar una impresión, definirnos en el espacio y, a veces, incluso acallar el silencio. En Japón, este enfoque puede percibirse como una metedura de pata. Allí, el aroma no debe llenar la habitación, sino simplemente marcar su presencia. Debe ser un aura que se revela solo cuando alguien se acerca mucho, como un secreto que solo compartimos con los elegidos.

En metrópolis abarrotadas como Tokio o Kioto, un aroma intenso no solo es una falta de tacto. Es una violación del código cultural , donde el respeto por los demás también se manifiesta en la moderación de los aromas.

Perfume/foto Lummi.aiPerfume/foto Lummi.ai
Kōdō – el arte japonés del olfato

Para comprender verdaderamente este enfoque, es necesario remontarse a la fuente, concretamente al Kōdō, o el "Camino del Olfato". Es uno de los tres artes de vida japoneses clásicos, junto con la preparación del té (chadō) y el arreglo floral (ikebana). Pero no nos dejemos engañar: el Kōdō no es "aromaterapia japonesa". Es una ceremonia en la que no se "huele" el aroma, sino que se "escucha". Literalmente.

Es un proceso de meditación profunda, en el que el incienso se convierte en narrador de historias invisibles. Nos enseña a detenernos, a concentrarnos en lo fugaz. En un mundo lleno de estímulos, es una experiencia como respirar en el caos.

Perfume japonés como el haiku

La perfumería japonesa contemporánea se nutre plenamente de esta tradición. En lugar de componer acordes complejos y dominantes, los creadores de fragancias crean perfumes como poemas haiku: sobrios, pero llenos de emoción. Se inspiran en la naturaleza y en lo más efímero de ella: el vapor que se eleva tras la lluvia, la madera mojada, el silencio del bosque, el olor de la ropa secándose al sol.

Estos aromas no son llamativos. Al contrario, solo se hacen notar cuando bajamos el ritmo. Y quizá esto sea lo que más necesitamos hoy: no otro aroma que nos impacte, sino uno que nos enseñe atención plena. Y silencio.

well.pl

well.pl

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow