François-Henri Pinault deja el cargo de CEO de Kering y revela un nuevo rol

Tras casi dos décadas al frente del imperio del lujo Kering, François-Henri Pinault da un paso atrás. ¿Será este el fin de una era o el comienzo de un nuevo capítulo para una de las figuras más influyentes de la moda?
François-Henri Pinault, de 63 años , hijo del legendario fundador de Kering , cede oficialmente las riendas, aunque no por completo. Sigue siendo presidente del consejo de administración , pero la gestión operativa del grupo la asume Luca de Meo , anterior director general de Renault. Es un momento simbólico: Pinault, quien durante 20 años fue la imagen y estratega de una de las empresas de lujo más grandes del mundo, cede las riendas a un profesional externo a la industria automotriz.
Aunque Kering insiste en que sus fundamentos son sólidos, las cifras no mienten: las acciones del grupo han caído un 27 % desde principios de 2025. Pinault admitió en abril que esto se debía principalmente a la "dinámica negativa" de Gucci , la marca clave del grupo. Y aunque recientemente había defendido la estrategia, la realidad del mercado le obligó a tomar una decisión que parecía inevitable.
Un visionario que empezó desde ceroFrançois-Henri Pinault nació en Rennes, hijo menor de François Pinault , quien construyó un imperio industrial a partir del comercio de la madera y, posteriormente, un imperio del lujo. Tras graduarse en la Escuela Superior de Comercio de París , el joven Pinault perfeccionó su oficio desde cero: desde el trabajo en almacenes y la gestión de filiales, hasta asumir el cargo de vicepresidente del grupo familiar, entonces conocido como Pinault-Printemps-Redoute, en el año 2000.

En 2005, con tan solo 43 años, asumió el poder. Al añadir Henri a su nombre para distinguirse de su padre, demostró rápidamente que tenía una visión propia.
- Me pregunté: ¿debería seguir con el sistema que creó mi padre o seguir mi propio camino? - dijo en una entrevista para Harvard Business Review.
Optó por la transformación: se deshizo de las empresas de masas y se centró en la moda y los accesorios de alta gama. Kering (nombre nuevo desde 2013) comenzó a brillar en el panorama mundial del lujo.
Triunfos, tropiezos y una nueva generación de clientesPinault no temía correr riesgos. En 2007, compró Puma por más de 5000 millones de euros , buscando atraer a una clientela más joven y deportista. Una idea ambiciosa, pero finalmente un fracaso: Puma se vendió en 2018.
"Le costó aceptarlo pero logró retirarse", afirmó el analista Arnaud Cadart.
En retrospectiva, su época no solo ha sido exitosa, sino también problemática: Gucci, durante mucho tiempo la estrella más brillante del portafolio de Kering, ha luchado por recuperar su antigua gloria durante varios años. Los ingresos cayeron un 23 % solo en 2024 , y el cambio de dirección creativa —de Sabato De Sarno a Demna— aún no ha producido resultados visibles.
¿Qué será lo próximo para Kering?Pinault deja la compañía en un estado de transición, pero no de crisis. Kering sigue invirtiendo: en 2023, adquirió la icónica marca de perfumes Creed por 3.500 millones de euros y, un año después, adquirió una participación del 30 % en Valentino . Puede que estas decisiones no sean de la magnitud de la compra de Gucci por parte de su padre, pero demuestran que la compañía no tiene intención de dormirse en los laureles.
En privado, François-Henri Pinault es el esposo de la actriz Salma Hayek y padre de cuatro hijos . Conocido en la empresa como FHP, se le considera un líder moderno, pero no ajeno a la realidad. Hoy, después de dos décadas, deja el cargo de comandante operativo para observar desde la cima del consejo de supervisión si su estrategia resistirá el paso del tiempo.
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