Estudio: La naturaleza salvó la psique durante la pandemia

Durante la pandemia de COVID-19, el contacto con la naturaleza benefició la salud mental de las personas. Las personas con bajos ingresos y movilidad reducida se beneficiaron especialmente, según investigadores canadienses que evaluaron el impacto de la naturaleza en el bienestar de 13.000 habitantes de ciudades.
El acceso a espacios verdes cercanos (parques, campos de juego, zonas boscosas e incluso jardines privados a lo largo de las calles) puede actuar como un amortiguador para la salud mental, especialmente para las personas sin antecedentes de depresión pero con menos recursos económicos y para aquellas con movilidad limitada.
Así lo afirman los científicos de la Universidad de Toronto, que analizaron datos de 13.000 participantes urbanos del conocido Estudio Longitudinal Canadiense sobre el Envejecimiento (CLSA).
El equipo de Toronto extrajo cuatro conclusiones principales de su estudio. En primer lugar, descubrieron que las zonas urbanas con mayor vegetación se asociaban con tasas más bajas de depresión durante la pandemia.
"La vegetación urbana no fue solo un telón de fondo. Desempeñó un papel protector para la salud mental durante uno de los eventos globales más estresantes de la historia reciente", enfatiza el profesor Paul J. Villeneuve, autor principal del estudio publicado en la revista PLOS One .
"Nuestros hallazgos sugieren que los espacios verdes pueden haber desempeñado un papel modesto pero notable en el apoyo al bienestar mental de los canadienses de bajos ingresos durante la pandemia, proporcionando cierto alivio a las crecientes desigualdades socioeconómicas", añade la coautora Susanna Abraham Cottagiri.
El estudio también mostró que las personas con limitaciones de movilidad se beneficiaron más al vivir en barrios más verdes.
Entre quienes no habían padecido depresión previa, quienes tenían problemas de movilidad experimentaron efectos positivos más fuertes gracias a la presencia de espacios verdes , probablemente porque su acceso a espacios verdes más remotos era limitado. «Cuando la movilidad es limitada, tener espacios verdes cerca de casa puede ser especialmente importante para promover la salud mental y el bienestar», comenta el coautor, el Dr. Ying Jiang.
Otra observación reveló que las personas que rara vez visitaban zonas más remotas de su vecindario antes de la pandemia experimentaron un mayor efecto protector al vivir en barrios con zonas verdes. Cuanto menos viajaba una persona antes de la pandemia, mayor fue el impacto positivo que la presencia de zonas verdes y espacios verdes en su vecindario tuvo en su salud mental durante la pandemia.
- Parece que el valor psicológico de los espacios verdes puede aumentar cuando se limitan los contactos sociales, señala una de las investigadoras, la Dra. Margaret de Groh.
Es fundamental ampliar el acceso equitativo a los espacios verdes, especialmente en los barrios de bajos recursos. La idea es proteger y preservar los espacios verdes locales incluso ante amenazas para la salud pública, e integrar la infraestructura verde con estrategias para fortalecer la resiliencia mental, enfatiza la coautora del estudio, la profesora Esme Fuller-Thomson. (PAP)
Marek Matacz
estera/zan/
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