Trump dice que impondrá un arancel del 100% a las películas hechas fuera de Estados Unidos

El presidente Donald Trump dijo que impondría un arancel del 100% a las películas “producidas” fuera de Estados Unidos, en tanto sostuvo en una publicación en las redes sociales el domingo que la cuestión planteaba una amenaza a la seguridad nacional.
Trump señaló que había autorizado a Jamieson Greer, representante comercial de EE.UU., a iniciar el proceso de gravar “todas y cada una de las películas que lleguen a nuestro país y que sean producidas en tierras extranjeras”. Luego añadió: “Este es un esfuerzo concertado de otras Naciones y, por lo tanto, una amenaza a la Seguridad Nacional”.
La Motion Picture Association, que representa a los mayores estudios de Hollywood en Washington, no accedió a efectuar declaraciones. El último informe de impacto económico de la asociación, basado principalmente en datos del gobierno y publicado en 2023, mostró que la industria cinematográfica generó una balanza comercial positiva para Estados Unidos respecto de los principales mercados del mundo.
Como suele ocurrir con las declaraciones de Trump en las redes sociales, no estaba del todo claro a qué se refería. ¿Se refería a cualquier película, incluidas las independientes en lengua extranjera destinadas a los cines de arte y las películas que se ofrecen exclusivamente en servicios de streaming?
¿Se aplicaría ese arancel sólo a las películas que reciben incentivos fiscales de países extranjeros o a cualquier película con escenas rodadas en el extranjero? Foto: EFE
¿Se aplicaría ese arancel sólo a las películas que reciben incentivos fiscales de países extranjeros o a cualquier película con escenas rodadas en el extranjero? ¿Y los efectos visuales de postproducción? En una sola película de superhéroes puede participar media docena o más de empresas especializadas de todo el mundo.
Técnicamente hablando, la inmensa mayoría de las películas que se proyectan en los cines estadounidenses se producen en Estados Unidos: se escriben los guiones, se planifica la preproducción, se elige a los actores principales, se edita el metraje y se añade el sonido. Sin embargo, Hollywood recurre cada vez más a otros países para rodar las películas porque, al igual que ocurre con la fabricación tradicional, es mucho más barato.
Gran Bretaña, Hungría, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y otros países ofrecen incentivos fiscales que Disney, Warner Bros., Universal Pictures y otras grandes compañías cinematográficas, como Netflix y Amazon, han aprovechado. Los lugares internacionales también suelen tener costos laborales más bajos.
En consecuencia, miles de trabajadores del cine de clase media de los Estados Unidos –camarógrafos, directores de arte, iluminadores, maquilladores, proveedores de catering, electricistas– han visto cómo desaparecía el trabajo. Según la International Alliance of Theatrical Stage Employees, en los últimos tres años se han eliminado unos 18.000 puestos de trabajo a tiempo completo, principalmente en California.
“Estamos permitiendo que, en lo que hace a la industria del espectáculo, California se convierta en lo que fue Detroit para la industria automovilística”, declaró Michael F. Miller Jr. vicepresidente del sindicato a The New York Times el mes pasado.
A veces, el costo de enviar utilería y personal al extranjero acaba siendo más alto para los estudios que lo que esperan ahorrar con los créditos fiscales. Pero lo más frecuente, dicen los productores, es que el costo de trabajar en California sea prohibitivo. El presupuesto es el presupuesto, y los presupuestos son cada vez más ajustados. El pico de streaming ha terminado, menos gente va a las salas de cine y los estudios ya no obtienen dólares de las ventas de DVD.
Hollywood Walk of Fame, en Los Ángeles, California. Foto: Reuters
El gobernador Gavin Newsom ha presionado para que se duplique el financiamiento disponible para el programa estadual de incentivos fiscales. Bajo la presión de los electores y de varias coaliciones que se formaron tras los recientes incendios forestales en Los Ángeles y alrededores, los legisladores californianos también han presentado proyectos de ley que aumentarían el crédito fiscal para el cine.
En enero, poco antes de su toma de posesión, Trump dijo en una publicación en las redes sociales que había nombrado a Mel Gibson, Sylvester Stallone y Jon Voight “embajadores especiales” con la misión de “traer a Hollywood, que en los últimos cuatro años ha perdido mucha actividad en favor de países extranjeros, de regreso ¡más grande, mejor y más fuerte que nunca!".
Esos actores, entusiastas partidarios del presidente, aún no han hecho nada públicamente, aunque Voight, que es el padre de Angelina Jolie, se ha reunido con algunos sindicatos y ejecutivos de estudios en una gira privada de investigación de la situación.
Traducción: Elisa Carnelli
Clarin